Ante la encrucijada energética, mini granjas solares

Colombia se encuentra en un punto crítico en cuanto a su futuro energético, especialmente debido al impacto del Fenómeno del Niño, los altos costos, demoras en construcción y controversias sociales de fuentes hidroeléctricas y térmicas. Sin embargo, una nueva alternativa emerge en este escenario desafiante: las mini granjas solares.

Estas mini granjas solares representan un cambio radical en la forma en que se genera y distribuye la energía en Colombia. Integradas directamente a la red local, estas instalaciones son un ejemplo de generación distribuida: pequeñas unidades energéticas situadas cerca de los puntos de consumo para mejorar la eficiencia y reducir las pérdidas en la transmisión.

Eduardo Ospina, CEO de Unergy, destacó en una entrevista con Blu Radio los múltiples beneficios que este proyecto ofrece para el país. Ospina explicó que estas mini granjas, aunque abarcan solo 2.5 hectáreas, están equipadas con 2.500 paneles de energía. Esta infraestructura compacta permite una rápida conexión a la red de distribución, proporcionando energía directamente a las comunidades locales. En un momento de crisis como el actual Fenómeno del Niño, esta capacidad de entrega rápida de energía es invaluable.

Una de las ventajas más destacadas de las mini granjas solares es su capacidad para integrarse sin problemas en la red local, eliminando la necesidad de grandes subestaciones. Esto agiliza el proceso de instalación y reduce los costos asociados. Además, el impacto social de estas granjas solares es significativo. No solo generan empleo local, sino que también promueven la inclusión al ofrecer oportunidades de trabajo a mujeres en las comunidades, muchas veces siendo su primer empleo.

El modelo de financiación de estas mini granjas también es innovador, permitiendo que una amplia gama de inversores participe en la transición hacia energías limpias. Según Ospina, varios campesinos tienen la oportunidad de unirse para adquirir una mini granja, que si bien tienen un costo aproximado de 4.000 millones de pesos, podría tener una retribución largo plazo.

La elección estratégica de ubicaciones para estas granjas también es crucial. Priorizando regiones con un gran potencial para el aprovechamiento de recursos solares y eólicos, como La Guajira, Cesar y el norte de Santander, se busca no solo diversificar la matriz energética, sino también impulsar el desarrollo en áreas históricamente marginadas.