El impacto ambiental de la carne no es tan alto como se creía

El análisis del ciclo de vida (ACV) se ha utilizado durante mucho tiempo para identificar los "puntos críticos" ambientales en los sistemas alimentarios. Sin embargo, los alimentos tienen muchos elementos a tener en cuenta y por eso un análisis de estos para el producto no es suficiente.

Así lo plantea la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA) es un nota con base en información de European Livestock Voice, en la que señala que esto lo entienden bien muchos expertos, que buscan desarrollar nuevas métricas para superar las limitaciones y calcular los impactos con la mayor precisión posible.

Para evaluar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios , se necesita una evaluación más confiable del impacto ambiental de los alimentos, que también tenga en cuenta la calidad nutricional y el valor de los alimentos.

Comparar distintos alimentos, como la carne y la lechuga , arroja resultados falsos porque su valor nutricional es demasiado distinto para poder compararlos directamente. Por este motivo, el impacto ambiental de los alimentos no debe calcularse únicamente en función de la cantidad, las calorías o el aporte de un único nutriente, sino que debe considerar todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano en su conjunto. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Es la ganadería realmente la mayor culpable del cambio climático? La respuesta es NO)

En este contexto, se ha desarrollado una nueva métrica, el ACV nutricional (nLCA) . Se trata de un desarrollo posterior del estudio ACV en el que el impacto de los alimentos no se relaciona simplemente con su masa, y por tanto con 1 kg de producto, sino con sus características nutricionales generales.

Se centra tanto en los parámetros ambientales como en los factores nutricionales , proporcionando una visión integrada del impacto de los alimentos en el medio ambiente y la salud humana. Por ejemplo, basándose en estos cálculos nuevos y más precisos, el impacto ambiental de los alimentos de origen animal de alta calidad, como la carne, es la mitad de lo que se calculaba anteriormente .

Esta es la conclusión de un reciente estudio basado en la calidad de las proteínas, que descubrió que el impacto ambiental de los productos cárnicos se redujo casi a la mitad, mientras que el de los productos de origen vegetal aumentó casi un 60%.

Menor impacto ambiental

A la luz de estos hallazgos, la producción de alimentos de origen animal tiene un impacto ambiental mucho menor de lo que se pensaba , gracias a la mayor calidad de la proteína animal, lo que significa que se necesitan menos alimentos para satisfacer la demanda y, por lo tanto, un menor impacto en el medio ambiente.(Lea en CONtexto ganadero: Ganadería sostenible, parte de la solución al cambio climático, mensaje para la COP 28)

Otro estudio publicado en Scientific Reports por investigadores italianos también comparó el impacto ambiental de 15 alimentos vegetales y animales, entre ellos frijoles, coliflor, carne de res, pescado, maíz, leche, guisantes, papas, quinoa y arroz.

Si se considera la cantidad de alimentos necesarios para proporcionar todos los aminoácidos esenciales a un humano de 70 kg, la carne de res tiene un mejor desempeño ambiental que otros productos. Por el contrario, algunos productos de origen vegetal tienen un mayor impacto ambiental porque carecen de aminoácidos esenciales , lo que lleva a un aumento significativo de los alimentos necesarios para obtener el conjunto completo de aminoácidos.

Los resultados muestran una nueva perspectiva y la necesidad de considerar la calidad de la proteína en el nLCA y la digestibilidad y biodisponibilidad de todos los compuestos bioactivos y micronutrientes para una evaluación más confiable.

Los hallazgos de que los productos de origen animal, en particular los ricos en proteínas de alta calidad, tienen un impacto ambiental menor que el estimado anteriormente desafían los supuestos existentes.