Ganaderos del valle de Chiquinquirá están en alerta por el verano

Los productores de municipios como San Miguel de Sema y Chiquinquirá en Boyacá están en alerta por la falta de lluvias desde hace casi un mes en la región, lo que ha ocasionado una disminución en la oferta de forraje, y vaticinan que no habrá aguaceros hasta finales de agosto.

Ricardo Arenas, propietario de un predio en zona rural de Chiquinquirá, contó que el nivel de precipitaciones se redujo desde finales de junio, afectando la producción de forraje y el suministro de agua para los predios de toda la región.

“En el último mes han caído unos 12 o 14 mm, no ha sido mayor cosa. La verdad ha estado complicado porque esta es una época bien seca, entonces el pasto ya está bajito”, advirtió. (Lea: En el valle de Ubaté y Chiquinquirá, ganaderos sufren por falta de agua)

En su caso particular, el ganadero emplea el pozo profundo que dispone en la finca para el suministro de agua de sus bovinos. Asimismo, para compensar la falta de forraje, suplementa con concentrado, lo que ha permitido que conserve la producción de leche.

Florentino Chacón, miembro de la Asociación de Productores de Leche de la vereda Sabaneca, Asosabaleche, en San Miguel de Sema (Boyacá), explicó por su parte que las últimas 3 semanas han tenido la mayor resequedad debido al “freno total” de las lluvias.

“En esas 3 semanas hemos tenido resequedad fuerte, en algunas zonas ha habido escasez de pasto, sobre todo en la parte plana por las inundaciones que se presentaron antes, pues hay una erosión del terreno”, dijo. (Lea: 5 pecados que cometen los ganaderos en época de verano)

Si bien ambos coincidieron en que esta época suele registrar altas temperaturas y sequedad provocada por los vientos, no deja de ser un momento difícil para los productores que no cuentan con forraje guardado o una fuente de agua para sostener a sus animales.

“Trató de caer hielo hace un par de semanas, entonces además del verano, se empieza a sentir el pasto quemado. No fue una gran helada pero en algunos sitios impactó, más que todo en San Miguel y el valle de Chiquinquirá. Fue un solo día pero como no lloviznó, salió el sol y ocasionó más daños”, dijo.

En cambio, un hecho que ha causado estupor en el productor es que en otros municipios ha llovido como Saboyá, mientras que en San Miguel el régimen de lluvias cesó por completo. (Lea: 5 afectaciones que viven ganaderos del Altiplano por el verano) 

Por lo pronto, los ganaderos esperan que los vientos alisios de agosto no causen un impacto mayor en las praderas y que se mantengan con alimento hasta la llegada de las lluvias en septiembre.