Pruebas pastoriles marcan un pasado y un futuro para el angus en Argentina

La prueba pastoril que se realiza en el ganado angus de Argentina marcó un antes y un después para esta raza, siendo todavía una apuesta para el futuro, según la Asociación Argentina de Angus.

A través de pruebas rigurosas a campo, el gremio desarrolla un programa de mejoramiento genético que ya lleva 25 años, en los cuales se ha hecho la evaluación genética y fenotípica de los bovinos en Argentina.

El modelo de prueba pastoril de Angus ha inspirado iniciativas similares en otras regiones y razas. Según el vicepresidente de la Asociación, Fabián Otero, esto no solo genera datos genéticos valiosos sino también fortalece el sentido de comunidad y visibilidad del gremio.

“Muchas regiones han iniciado sus propias pruebas, y recientemente se logró organizar la primera prueba pastoril en la región bonaerense”, indicó en una nota publicada en el portal Todo Agro. (Lea en CONtexto ganadero: La raza Angus es la principal productora de carne en Argentina ¿A qué se debe?)

La incorporación de la genómica ha sido un punto clave en esta evolución. “Desde 2018, los datos genómicos comenzaron a mejorar nuestra capacidad de evaluación. La zsociación realiza genómica de manera gratuita para los animales de la prueba, lo que nos permite conocer características complejas de cada animal y mejorar la precisión en la toma de decisiones”, indicó.

A pesar de los avances, la prueba pastoril presenta desafíos. No todos los animales logran completar el proceso, y las condiciones son exigentes. “De 70 animales que ingresan, terminamos vendiendo alrededor de 50. Es un proceso que exige mucho, pero es parte de lo que hace valiosa esta prueba”, afirmó.

Para Otero, la clave está en entender la ganadería como una inversión. “Los programas de mejoramiento genético son una inversión, no un costo. Debemos trabajar juntos, cabañeros y productores, para que estas herramientas generen un impacto real y medible en el sector”, dijo.

La historia

Los primeros pasos de la prueba pastoril se remontan a fines de los años 90 y principios de 2000, cuando las comunicaciones eran limitadas y los criadores de angus solían encontrarse solo en exposiciones rurales.

“Las pruebas pastoriles existieron hace muchos años, pero se descontinuaron. Fue desde Angus Centro que se volvió a hablar de ellas, impulsados por la necesidad de evaluar la genética de nuestros animales en un ambiente pastoril”, explicó el dirigente. (Lea en CONtexto ganadero: Argentina ya tiene indicador de eficiencia neta de conversión de la raza angus)

El proyecto tomó forma cuando los primeros animales se trasladaron a campos a orillas del río, en el sur de Córdoba. Este entorno homogéneo permitió evaluar bajo las mismas condiciones de alimentación a bovinos de distintas ganaderías. En esta primera experiencia, se incluyeron 23 fincas que participaron activamente en un campo de la familia de Otero. Desde entonces, la prueba se ha consolidado con la incorporación de más fincas y la expansión a diferentes regiones del país.

El proceso de la prueba pastoril es riguroso y abarca diversas etapas de evaluación. Se consideran características fenotípicas, reproductivas y carniceras, además del rendimiento final de los toros. “Los animales ingresan más jóvenes, alrededor de los ocho meses, y pasan un año en un campo bajo las mismas condiciones”, explicó.

Se evalúa la calidad seminal, la circunferencia testicular, el área de ojo de bife y la ganancia de peso. La culminación de la prueba es un remate donde se venden los ejemplares que superaron los distintos filtros.

Con el paso de los años, la cantidad de fincas participantes ha crecido de manera constante. “Hoy somos 55 cabañas activas en la prueba, con un cupo que se mantiene alrededor de 70 animales”, remató.