Los ‘tips’ del investigador Mejía Kerguelen para ser más productivos

El investigador de Agrosavia, Sergio Luis Mejía Kerguelen, ofreció una serie de recomendaciones para que los ganaderos que tienen desde una vaca hasta las asociaciones puedan ser más productivos y tengan alternativas que estén a su alcance para la alimentación bovina en la temporada seca.

La charla la dio en el marco de la jornada de trabajo 'Construyendo Juntos en el departamento de Córdoba', que contó con la presencia de asociaciones, gremios, academias, productores de Córdoba y Sucre, y gobernantes departamentales. (Lea: Todo lo que debe saber del ensilaje para ganado bovino) 

En tal sentido destacó como uno de los aspectos centrales la necesidad de tener árboles en los potreros porque “el árbol es hoy día la estrella en la ganadería”, dijo. (Lea: 5 árboles comúnmente utilizados en sistemas silvopastoriles) 

Además del árbol es preciso tener arbustos y otras especies para contrarrestar el verano y ser un parasol para que no se sequen las pasturas. Los potreros deben tener entre 30 y 40 % de árboles, independiente del número de árboles que sean.

Así mismo, planteó que en lo posible no se deben utilizar agroquímicos en los potreros para que salgan leguminosas nativas que mejoran calidad de la pastura y ayudan a fertilizar el suelo de manera natural.

También indicó que es recomendable tener pastoreo rotacional  con cercas fijas o móviles o franjas, según lo que prefiera el ganadero. (Lea: 5 sistemas de pastoreo en ganadería sostenible)

El pastoreo ultra alta densidad puede usar hasta mil animales juntos, altas cargas instantáneas, lo que favorece la producción por hectárea y el suelo por la cantidad de boñiga y de orina que incorpora pero hay que tener cuidado porque se pierden las ganancias individuales, señaló.

Es fundamental la forma y el tamaño de los potreros. En los cuadrados los animales definen más sus áreas de pastoreo y no están caminando grandes extensiones, sostuvo el investigador.

Añadió que “antes que llegue la época seca se debe tener claro cómo nos vamos a defender, definir qué sistemas vamos a utilizar para producción y utilización del forraje en la finca”.

En tal sentido se refirió al forraje fresco bajo el sistema de corte y acarreo; el conservado en forma de silo, heno y henolaje; y el pastoreo directo a través de bancos de proteína y/o energía. (Lea: 5 principios de aprovechamiento de los forrajes)

En el primer caso se deben escoger lotes buenos, que sean bien drenados, cerca del sitio donde se va a elaborar el silo. Importante el análisis de suelo para saber qué necesita; hacer una labranza adecuada, si hay problemas de compactación se debe hacer una labranza vertical, pero también se puede hacer labranza reducida para lo cual se utiliza un herbicida y se siembra sin preparar el suelo.

A ello se suma el control de malezas en los primeros 30 a 40 días; manejo de plagas que es fundamental desde el primer momento en casos como maíz o sorgo; para la fertilización, usar abonos orgánicos. “El éxito de todo programa de forraje es obtener alta producción de forraje de buena calidad”, aseguró Mejía Kerguelen. (Lea: Forraje y pastoreo, conceptos ligados a una mejor producción ganadera)

Para el suministro en fresco lo que más se utiliza son los pastos de corte que son ideales si se tiene riego en el sistema porque de lo contrario, después de un tiempo empieza a perder su calidad.

Para corte y acarreo lo que mejor se acopla, si no tiene riego, es la caña de azúcar porque en la medida que va envejeciendo se vuelve de mejor calidad, indicó el investigador.

En cuanto al forraje conservado en forma de silo, heno y henolaje aclaró que el silo de bolsa es para hacer movimiento o transporte. Si se guarda en bolsa por más de uno o dos meses va a tener mucho daño a lo cual se suma la reducción porque si empaca bolsas de 50 kilos, después de un tiempo ya está en 35 kilos. (Lea: Fabricación de heno, la carta para enfrentar duras sequías)

El momento oportuno para cosechar el silo es cuando tenga entre 30 y 35% de materia seca, por ejemplo el maíz cuando no bote leche. El 99% de las cosechadoras no tiene el cracker que revienta el grano cuando está duro para que así lo pueda asimilar el animal. En el caso del sorgo es cuando la panoja empiece a cambiar de color verdoso para blanco, dijo.

También hay un sistema para hacer silo, independiente del número de animales, es el silo de anillo, que consiste en una formaleta de metro y medio de diámetro y 80 centímetros de alto, dividida en dos pedazos. Se corta el material se pasa por una picadora y se pone en el silo, cuando esté listo se quita la formaleta y se coloca un plástico para cubrirlo. Es un método que está al alcance de cualquier ganadero, indicó Mejía Kerguelen. (Lea: Caso de éxito: ganadero produce a gran escala silo y heno)

En cuanto al heno, señaló que a escala pequeña se requiere un machete y una caja de 40 x 40 hueca arriba y abajo, se meten dos pitas en cruz se va llenando con el pasto que se cortó el día anterior y se van haciendo pacas de 6 o 7 kilos.

Respecto al henolaje, indicó es poco usado en la región y es un punto intermedio entre silo y heno, mientras el primero tiene entre 30 y 35 % de materia seca, el henolaje tiene el 50%.

Sobre el forraje energético sostuvo que se puede utilizar maíz, sorgo, millo, entre otros pero siempre se va a requerir la proteína y esa la dan alternativas como guandul, leucaena, cratylia, matarratón, morera, yuca, batata, entre otros.