Desde las llanuras del Meta, una familia encontró en el cruce de angus x brahman una forma de transformar su legado ganadero en un proyecto empresarial de referencia nacional. Con visión, genética de alto rendimiento y un enfoque sostenible, Ganadería El Esfuerzo demuestra que la innovación también nace en el campo.
En Cumaral, Meta, Ariel Jiménez lidera la transformación de una finca tradicional en un modelo de empresa ganadera con proyección nacional. (Lea en CONtexto ganadero: El Esfuerzo, mezcla de tradición y progreso en la ganadería)
Ariel Jiménez no necesitó ir muy lejos para encontrar su vocación, nació entre vacas y hoy, más de tres décadas después, sigue entre ellas. Pero su mirada va mucho más allá del amor al campo. Como gerente general de ganadería El Esfuerzo, ha encabezado un proceso que tomó lo que fue una herencia ganadera de tradición brahman y la transformó en una operación estructurada, técnica y rentable especializada en genética brangus.
“Esto más que un trabajo, es una pasión”, afirmó Jiménez, quien añadió que además de amor por el oficio, el proyecto debe tener viabilidad económica, social y ambiental; siendo esa la brújula de El Esfuerzo, una ganadería comprometida con el desarrollo sostenible, el mejoramiento genético adaptado y la rentabilidad rural.
Brangus colombiano
Cuando Jiménez tomó las riendas de la ganadería junto a su familia, contaban con apenas 40 animales puros. Varios años después, ese número ha crecido a más de 170 animales brangus puros y cerca de 200 comerciales. El cambio comenzó con una pregunta técnica y simple, ¿cómo mejorar los indicadores de producción?
La respuesta vino del cruce entre brahman y angus, que dio como resultado ejemplares con mejor desempeño reproductivo, mayor ganancia de peso y una notable adaptabilidad a las condiciones exigentes de los Llanos Orientales.
La apuesta por el brangus fue total. “Decidimos construir un brangus nacional, adaptado, no una copia de animales argentinos o estadounidenses”, aclaró Jiménez.
Hoy, ganadería El Esfuerzo es proveedora de toros brangus adaptados para diversas regiones del país, incluyendo zonas con condiciones extremas, suelos ácidos y manejo tradicional.
Vea a continuación un video de los ejemplares de esta hacienda (si no carga el video enseguida, vuelva a cargar la página):
Genética con propósito
Para esta familia llanera, el verdadero valor de un animal está en su desempeño en el campo, no en los trofeos de pista. Aunque han participado en exposiciones nacionales como Agroexpo y Expomalocas, y hasta posicionado un toro campeón reservado, su enfoque no es competir por estética, sino crear animales eficientes que respondan a las necesidades reales del productor colombiano.
De acuerdo con Jiménez, “nuestro objetivo no es ganado de pista. Es hacer animales eficientes para la ganadería nacional”. Para lograrlo, se enfocaron en una crianza 100 % a pastoreo, con sal mineralizada, y sin suplementación intensiva, para asegurar que los animales mantengan su rendimiento en condiciones reales.
Logros más allá de lo técnico
Uno de los hitos más simbólicos para El Esfuerzo ocurrió en 2017, cuando una ternera nacida en sus potreros fue parte del plato servido al papa Francisco durante su visita a Colombia. Para Jiménez, aquel reconocimiento trascendió lo profesional - fue un honor que tocó fibras íntimas de tradición familiar y fe.
“Mi mamá, que es muy religiosa, fue inmensamente feliz. Es la mayor accionista de esta empresa, y para ella fue un orgullo enorme”, recordó. (Lea en CONtexto ganadero: El día que el papa Francisco probó carne llanera en Villavicencio)
Ese episodio trajo además visibilidad internacional, pues El Esfuerzo fue destacado en una publicación de la Asociación Argentina de Brangus y el nombre de la ganadería empezó a sonar con más fuerza entre los criadores de la raza.
Constanza García Paredes, madre de Ariel Jiménez y principal accionista de ganadería El Esfuerzo, en compañía del papa Francisco en su visita a Colombia. Foto: Cortesía
Ganadería en expansión
Actualmente, Ganadería El Esfuerzo vende cerca de 30 toros al año, participa en remates de talla nacional y se prepara para su tercer remate anual en alianza con Ganadería Central Reproductiva Cunaviche. Allí no solo comercializan sus animales, sino que promueven la raza brangus en todo el país, bajo un enfoque colectivo que fortalece el gremio.
El objetivo a mediano plazo es ambicioso, convertir toda la operación comercial en un criadero 100 % puro, con más de 400 animales, y aumentar significativamente la producción de toretes adaptados a condiciones adversas.
La visión de Jiménez va más allá de su finca. Él cree firmemente que el futuro de la ganadería Colombia depende de romper los paradigmas tradicionales y adoptar modelos más eficientes, productivos y sostenibles.
“No se trata de descrestar, se trata de hacer ganadería país, mejorar los indicadores y ser parte de la transformación del campo”, concluyó.