Intenso verano reduce oferta de pastos en norte del Valle del Cauca

Las altas temperaturas y la constante radiación solar en esta región ya afectaron los forrajes en predios ganaderos. Aunque todavía no hay escasez de alimento, recomiendan guardar comida para los animales.   Óscar Alayón, propietario de un predio en el corregimiento de La Tulia, municipio de Bolívar, aseguró que el primer verano de este 2017 llegó “agresivo”.   “Han hecho unos calores bastantes fuertes. La última vez que llovió fue hace 20 días y no volvió a caer agua. La verdad está calentando muchísimo”, señaló. (Lea: Ganadería del Valle, afectada por el clima y la liquidación del FNG)   En efecto, el calor ha sido tan intenso que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, emitió la alerta roja para 8 municipios del norte del Valle, entre los que se encuentran Bolívar, Florida y Trujillo, por amenaza de incendios forestales.     Según el ganadero de Bolívar, aunque todavía no se han acabado las fuentes hídricas, los forrajes empezaron a secarse por efecto de la inclemente radiación solar. Ante esta situación, el productor decidió no comprar animales para reemplazar los que había vendido mientras llegaba el verano.   “Con los pocos animales que tengo y el pasto que me queda, aún me sostengo por un tiempo”, sostuvo Alayón. (Lea: Consecuencias del cambio climático se sienten en el Valle del Cauca)  

Andrés Sinisterra, médico veterinario en Tuluá, también ratificó que se ha presentado un fuerte verano en la zona, atenuado por 2 aguaceros exiguos que cayeron el pasado fin de semana.   “Hay una alta intensidad de calor y muy poca lluvia. Realmente fue solo el sábado que llovió, pero el resto de febrero ha estado muy seco”, precisó.   Añadió que los arroyos y los ríos de su zona aún se conservan y no se han secado igual que en la época más fuerte del fenómeno de El Niño. (Lea: 3 problemas que enfrentan los ganaderos en norte del Valle del Cauca)   Para Javier Naranjo, propietario de la hacienda Los Limones, en Cartago, los ganaderos del Valle deben prepararse para cualquier época y guardar alimento cuando haya escasez.   “En el pasto ya se observa una disminución de la oferta. Por eso, hacemos ensilaje de maíz para prever la temporada seca de febrero y principios de marzo y suplir la falta de forraje en el potrero”, afirmó.   Escuche la declaración de Naranjo sobre el verano en Cartago, Valle del Cauca

Naranjo manifestó que el cambio climático le inquieta bastante, pues los productores ya no tienen certeza de las temporadas de invierno y verano debido al cambio climático. (Lea: El intenso verano toca las puertas del Valle de Cauca)   Anteriormente, los ganaderos sabían que el primer trimestre del año era seco, en el segundo caían aguaceros, en el tercero volvía a hacer calor y el último era de invierno. Pero ahora no pueden anticipar esos cambios.   “Lo más grave es que en este momento está lloviendo cuando antes hacía calor o sale el sol cuando antes era época de aguaceros. Entonces el ganadero ve llover en enero cuando antes eso no ocurría”, dijo.   En cualquier caso, reiteró que lo fundamental es que el ganadero se acostumbre a hacer procesos de ensilaje, henolaje y henificación para conservar comida y no depender de los cambios bruscos del clima.