Reflejo de la gotera esofágica: clave para el crecimiento óptimo de los terneros

El reflejo de la gotera esofágica es esencial para garantizar que la leche pase directamente al abomaso y se digiera adecuadamente en los terneros jóvenes. Este proceso es fundamental para su digestión y crecimiento óptimo.

De acuerdo con el zootecnista Javier Benavides, en conversación con el portal Agronews, el reflejo de la gotera esofágica es un reflejo especial presente en los terneros jóvenes que asegura que la leche pase por alto el rumen, el retículo y el omaso y fluya directamente hacia el abomaso. Este proceso es fundamental para la digestión y el crecimiento óptimo de los terneros. El retículo, que forma parte del rumen y se encuentra justo encima de él, es donde se forma oficialmente la gotera esofágica. (Ver: ¿Cuál es la importancia del reflejo de la gotera esofágica en los rumiantes?)

Durante el período de lactancia, cuando se absorben agua y alimento sólido, los pliegues musculares de la gotera esofágica se mantienen abiertos y el agua y el alimento sólido terminan en el rumen. Después de la predigestión de alimentos en el rumen, las partículas de alimento y los líquidos pasan por los pliegues musculares a través del retículo y el omaso en dirección al abomaso. (Ver: Funciones de la gotera esofágica en los terneros)

El reflejo de la gotera esofágica se puede estimular de varias maneras, como las propiedades del alimento lácteo, la temperatura de consumo y la ausencia de grumos en el alimento lácteo. La postura del ternero y el método de alimentación también son importantes. Es mejor para el ternero imitar su comportamiento natural y beber con la cabeza levantada hacia la vaca madre. Además, la alimentación de leche a través de un chupete ofrece varias ventajas, como satisfacer la necesidad de succión, producir y consumir saliva y ayudar a la digestión de la grasa en el abomaso.

Si el reflejo de la gotera esofágica no funciona de manera óptima, la leche puede fluir al rumen, lo que puede causar problemas de digestión y crecimiento en los terneros. Por lo tanto, es importante prestar atención a varios factores para asegurar el correcto funcionamiento del reflejo de la gotera esofágica y, en última instancia, para garantizar la salud y el crecimiento óptimo de los terneros.

Un reflejo esofágico deficiente también puede tener un impacto en el crecimiento del ternero. La leche que llega al rumen no se digiere completamente y, por lo tanto, no se absorbe adecuadamente. Como resultado, el ternero no obtiene todos los nutrientes que necesita para crecer de manera óptima.

Además, la fermentación en el rumen puede causar una disminución en el pH del abomaso. Un pH bajo en el abomaso reduce la actividad de las enzimas digestivas, lo que a su vez reduce la digestión de la leche en el abomaso. Esto puede provocar una disminución en la absorción de nutrientes y, por lo tanto, en el crecimiento del ternero.

Por lo tanto, el reflejo de la gotera esofágica es un mecanismo importante para garantizar que la leche pase directamente al abomaso y se digiera adecuadamente en los terneros jóvenes. La estimulación adecuada de este reflejo es esencial para garantizar una digestión óptima y un crecimiento saludable en los terneros. Por lo tanto, es importante prestar atención a la forma en que se alimentan los terneros y estimular adecuadamente este reflejo para asegurar su crecimiento y desarrollo adecuados.

Puntos que estimulan el reflejo de la gotera esofágica

De acuerdo con el portal Cooprinforma, estos son algunas formas de estimular la gotera esofágica:   • Evitar el estrés.

• La ración de leche no debe superar la cantidad que pueda albergar el abomaso.

• Para evitar que los terneros tengan demasiada sed y beban la leche con ansia se deben proporcionar cantidades ilimitadas de agua desde la semana 1.

• Se debe asegurar que la temperatura de consumo de la leche es la misma durante cada toma.

• Tiempos de toma regulares.

• Se debe prestar atención a la higiene del sistema de alimentación.

• Es necesario asegurarse de que la leche no se consuma demasiado rápido, ya que esto aumentaría la posibilidad de entrada de aire y de asfixia durante la toma de leche. Por ejemplo, como cuando se alimenta por balde o se rompen los chupetes.