Qué es el flushing en bovinos y cómo implementarlo

El flushing es una práctica de manejo que consiste en incrementar el plano nutricional que reciben los animales rumiantes. Normalmente es aplicada a los ovinos, pero también se usa en bovinos. Conozca cómo.

Para ser más exactos, flushing significa incrementar el nivel de alimentación de los rumiantes reproductores, principalmente en energía, ofrecidos a la hembra un mes antes del servicio para aumentar su peso corporal, la tasa de ovulación y con suerte, el tamaño de la camada. (Lea: ‘Flushing’ en monta y parto, receta mágica en la fertilidad de ovinos)

En el caso de las cabras reproductoras, el incremento de energía brindada debe continuar a través de toda la estación reproductiva y por aproximadamente 30 a 40 día después de retirar los machos, para lograr una adecuada implantación de los fetos en el útero. 

Cuando se habla de bovinos, el flushing en vacas de cría permite incrementar los porcentajes de preñez y es una estrategia de bajo costo, comparada con el producto a obtener que viene siendo el ternero como explica el ingeniero Marcos Martínez en un artículo investigativo.

El flushing en vacas con ternero en pie se presenta como una tecnología de alto impacto para obtener mejora en el porcentaje de preñez total, pero sobre todo en concentrar la preñez en las etapas más tempranas del entore.

Con esta práctica se permite acomodar las fechas de entore en los hatos ganaderos de criadores. Además, es una tecnología que no presenta grandes cosos ni tiempos disponibles.

En lo mencionado por el profesional, se hizo un trabajo en el que se comenzó suplementando con 2.5 kg a los 50 días post parto y unos 20 días previos al entore. Esto se llevó a cabo en vacas de primera cría con condición corporal de 3.5 y el destete temporario se hizo por un periodo de 11 días antes del entore.

Sin embargo, también se realizó otro trabajo en donde la suplementación se dio al comenzar el entore de 20 a 23 días de duración con 2 a 2.5 kg en vacas con condiciones corporales 3.3 a 4.3. (Lea: 3 puntos básicos de nutrición que debe aplicar toda ganadería)

El tratamiento comenzó a los 53 a 78 días post parto, realizándose el destete temporario por un periodo de 14 días antes del entore.

Por lo tanto, si se analizan los datos en conjunto, se puede encontrar que el flushing aumenta el porcentaje de preñez total en un 25%.

Además, con flushing, el 50% de las vacas preñadas cambiaron eficientemente, contra un 30% de las vacas que no fueron tratadas.

Una de las recomendaciones que se da en esta práctica es que, dado que los animales con una condición corporal (CC) adecuada en la etapa productiva presentan buenas tasas de ovulación, esta herramienta es especialmente recomendable para aquellos animales que no alcanzan a llegar a esta condición corporal antes del entore.

La CC a lo largo del año es tan importante como en los periodos de flushing por esto es fundamental controlar el estatus nutricional de los rumiantes a lo largo de todo el ciclo y evitar extremos. A esto hay que sumarle que hay que evitar cambios muy bruscos en el plano de alimentación.