¡De cero al éxito! Conozca esta historia de transformación ganadera
PorMelanny Orozco-22 de Abril 2025
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Por - 21 de Diciembre 2021
La común, aunque poco explorada dermatitis en la ubre, tiene una etiología bastante variada, que muchas veces no logra ser definitiva de manera concreta. Conozca las causas, así como la lesiones y signos clínicos.
La común, aunque poco explorada dermatitis en la ubre, tiene una etiología bastante variada, que muchas veces no logra ser definitiva de manera concreta. Conozca las causas, así como la lesiones y signos clínicos.
Luis Miguel Jiménez en un artículo en el portal Solomamitis explica que la etiología de esta lesión es muy controvertida y no está del todo clara. Por ejemplo, en el año 2000 unos autores argumentaron que la bacteria Treponema spp. Podría ser uno de los microorganismos responsables de la dermatitis y también agente causal de la dermatitis interdigital. (Lea: 4 enfermedades que afectan la piel de los bovinos)
Se pueden aislar bacterias aerobias como Trueperella pyogenes, Eschericia coli y Staphylococcus aureus. También bacterias anaerobias como Bacterioides pyogenes, Fusobacterium necrophorum y diferentes especies de clostridios. También se puede contaminar con diversas especies de hongos como Geotricum spp, Candida spp y Malassezia spp.
En cualquier caso, en esta lesión se pueden aislar gran cantidad de microorganismos, sobre todo bacterias, pero no está claro que sean agentes causales o contaminantes. Dentro de la etiología de esta patología también se cree que puede tener importancia la parasitación por Stephanofilaria stilesi, parásito de la familia Filariidae, pudiendo ser responsable del origen de la lesión.
Cuando la causa se debe a esta estefanofilaria, suelen ser lesiones que aparecen a finales de la primavera y principios de verano. Estas no solamente se circunscriben a la ubre sino también a los pezones y se extienden a la cara ventral del abdomen. En este caso esta lesión recibe el nombre de ‘ulcera de verano’.
Las filarias hembras enquistadas debajo de la epidermis depositan microfilarias que directamente o por vía hemolinfática van a la piel.
Una vez que la lesión está formada, se puede transmitir de una vaca a otra a través de insectos, especialmente moscas. La mosca involucrada en la transmisión suele ser Haematobia irritans o mosca de los cuernos. A nivel de campo se ha identificado este agente, aunque no hay ningún caso reportado.
Prevalencia
Con respecto a la prevalencia de esta afectación, son dos los estudios que se han realizado. Uno en Suecia en 2014 que se hizo en 6 rebaños de 1084 vacas, en donde la prevalencia fue del 18.5 % y otro que se realizó en 2015 en Holanda con 948 vacas de 20 explotaciones, con prevalencia del 5,2 %.
Lesiones y signos clínicos
Las lesiones que se producen son desde cambios leves en la piel con eritema, pequeñas costras, así como pústulas, hasta lesiones mucho más graves como úlceras, secreción serosanguinolenta e incluso necrosis y secreciones purulentas.
El signo clínico de estas lesiones es un característico mal olor parecido al de una metritis o una retención de placenta. La lesión puede tener al comienzo una superficie de 2-3 cm de longitud y alcanzar hasta 10-20 cm. Suele haber engrosamiento de la piel, exudado serosanguinolento, eritema y desaparición de folículos pilosos. En raras ocasiones hay bajada de la producción de leche, inapetencia o incluso fiebre.
Una dermatitis puede empezar de forma incipiente con una simple costra hasta acabar con una gran úlcera. (Lea: ¿Cómo se presenta la dermatitis interdigital en bovinos?)
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