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Foto: reporterosasociados.com.co

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FAO y PMA en Colombia reconocen error de informe internacional sobre inseguridad alimentaria

Por - 01 de Febrero 2022

Después de la polémica desatada por el informe de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sobre inseguridad alimentaria en Colombia, los representantes de dichos organismos en Colombia reconocieron problemas en su presentación.


Después de la polémica desatada por el informe de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sobre inseguridad alimentaria en Colombia, los representantes de dichos organismos en Colombia reconocieron problemas en su presentación.

De acuerdo con dicho informe son 20 los puntos (países) críticos de hambre aguda en el mundo y uno de ellos, es Colombia. Por eso dichos organismos emitirían una alerta temprana en mayo de 2022 pues en estos lugares la población podría enfrentar un deterioro de la inseguridad alimentaria hasta poner su vida en peligro y su sustento.

Sin embargo, en rueda de prensa, el representante de la FAO en Colombia, Alan Jorge Bojanic y el del PMA, Carlo Scaramella, admitieron que el propósito era otro y que se pretendía llamar la atención a nivel mundial para obtener financiación para los programas de seguridad alimentaria, especialmente para atender la población migrante venezolana que llega a 2,5 millones de personas. (Lea. Una de cada nueve personas en el mundo sufre de hambre)

Sostuvo Bojanic que el mapa de inseguridad alimentaria no ayudó al objetivo y reconoció los esfuerzos del gobierno colombiano en seguridad alimentaria y en la lucha para erradicar el hambre infantil. Sostuvo que Colombia ha hecho grandes esfuerzos con programas estructurales y sociales.

“Estamos para apoyar y seguir avanzando en los retos que ha traído la pandemia y erradicar el hambre y la pobreza y la desnutrición infantil”, indicó.

Por su parte, Scaramella destacó que se viene trabajando de la mano con el gobierno nacional para encontrar soluciones de corto y largo plazo y que Colombia es un país protagonista de soluciones.

Aseguró que hay evidencia de los resultados logrados para mitigar los impactos de la pandemia en el país y que se tienen ejemplos destacados de lucha contra el hambre.

A pesar de ello, el gobierno colombiano radicó ante la sede de la FAO y el PMA una comunicación rechazando el informe y señalando que de acuerdo con la costumbre internacional este tipo de informes se discute previamente con el gobierno, lo cual no se hizo en este caso, según la vicepresidenta y canciller, Martha Lucía Ramírez.

Sostuvo que el informe tomó por sorpresa al gobierno y que no se conoce la metodología con la que se hizo ni las cifras que soportan las afirmaciones que allí se hacen. “Se desconoció el trabajo que se ha venido haciendo con la FAO y el PMA en Colombia”, dijo. (Lea: El hambre no es una política)

Añadió que al no consultarse al gobierno, como suele hacerse en este tipo de informes, significa un “ejercicio de futurismo especulativo que desconoce logros evidentes que han dado lugar al reconocimiento de Colombia por destacados organismos internacionales y agencias del mismo sistema de Naciones Unidas, incluida la propia FAO”.

Además, indicó que dicho informe excede el mandato de la FAO de no referirse a la estabilidad política de Colombia o la implementación del acuerdo de paz.

Desconoce los avances en oferta de alimentos, la política encaminada a incrementar la producción de alimentos, minimizar riesgos de desabastecimiento, los programas sociales enfocados a reducir el riesgo de hambre, y el énfasis en la nutrición infantil.

Así mismo, expresó que Colombia cuenta con programas sociales que buscan preservar la seguridad alimentaria de los colombianos tales como Ingreso Solidario, Jóvenes en Acción, Familias en Acción, Adulto Mayor, Devolución del IVA, entre otros, pero además tiene una política agrícola y de desarrollo rural con instrumentos de financiación, asistencia técnica y desarrollo de cadenas de valor agregado que justamente se han fortaleciendo durante este gobierno, precisamente para asegurar el aumento en la producción de alimentos logrando resultados muy superiores a varios países de la región.

Entre tanto, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea, recordó que en Colombia no hay escasez de alimentos y que durante la pandemia los productores del campo no pararon de trabajar por lo que hubo suficiente oferta todo el tiempo. (Lea: Por tercer año consecutivo aumenta el hambre en el mundo)

Indicó que la producción agropecuaria sigue acorde con el promedio histórico aunque admitió que los costos de producción han subido por un fenómeno mundial como es el incremento en los precios de los insumos agropecuarios y por eso destacó la recién sancionada Ley de insumos agropecuarios que ayudará a mitigar los costos de los productores.

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, sus agencias adscritas y la FAO, de la mano de actores privados y la cooperación internacional, han desarrollado un programa de sistemas agroalimentarios sostenibles en diferentes territorios priorizados, a través del cual se han logrado desarrollar modelos inclusivos de abastecimiento de alimentos con pequeños y medianos productores, y activar la canasta básica y la cohesión social en momentos de crisis y garantizar una producción sostenible, ingresos a las asociaciones de agricultura familiar y fomento a la seguridad alimentaria y nutrición.

De otro lado, el exministro, excongresistra y periodista Juan Lozano, en una columna del diario El Tiempo, señaló que “ese informe parece chimbo y contrario a la evidencia real asociada con la entrega de subsidios monetarios, soportes alimentarios, ayudas y programas del sector público y privado, tareas de los bancos de alimentos, redes de protección social, implementación de los acuerdos, atención a los migrantes venezolanos y soportes de los sistemas de salud, bienestar familiar y educación”.

Añadió que “parece un informe especulativo con dificultades metodológicas, prejuicios e intencionalidades políticas, con una extraña intromisión a partir de juicios de valor sin soporte fáctico frente al proceso de paz. Por momentos parece proclama electoral de algún candidato, con afirmaciones contraevidentes y frases efectistas para alimentar titulares de prensa y arengas politiqueras”.

Agregó que “en medio de las entretelas de esas costosas y a veces inútiles burocracias internacionales de las agencias multilaterales, como la FAO, y de su consabido carnaval del blablablá, los cocteles y los viáticos, se esconden agendas de intervención en la política interna de los países, sobre todo en temporada electoral”.