Desarrollan un nuevo sistema de calefacción en invernaderos

Se trata de una manga flexible que contiene agua, guarda el calor del día y lo libera en la noche para nivelar la temperatura.

El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, Ifapa, de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía (España), realiza un experimento en invernaderos para evaluar el efecto sobre el clima y la productividad del cultivo de pimiento. Este desarrollo se lleva a cabo en el centro La Mojonera, en Almería.

Se trata de un sistema que es capaz de aprovechar la energía calórica que se genera en el invernadero y reutilizarla, sin necesidad de recurrir al combustible.

El sistema tiene mangas flexibles llenas de agua, que son capaces de absorber gran cantidad de energía en forma de radiación a lo largo del día gracias a la inercia térmica. En otras palabras, calienta el agua en su interior y el calor es devuelto al invernadero durante la noche. (Lea: El cambio climático amenaza a la seguridad alimentaria mundial)

El objetivo es mejorar el microclima en los invernaderos mediterráneos en la época invernal, mediante un sistema pasivo de calefacción basado en la disposición de acumuladores de calor sencillos en un invernadero tipo parral multicapilla.

El plástico de cubierta es ultratérmico, con hasta un 95 % de absorción de la radiación de onda larga y aditivos antigoteo. El cultivo es pimiento, y el clima y la bioproductividad del mismo se compararán con los obtenidos en un invernadero de referencia o testigo, que no dispone de calefacción pasiva y cuyo plástico de cubierta es un tricapa estándar de los comúnmente empleados por los productores en Almería.

Los técnicos de la Unidad de Fisiología y Tecnología de Invernaderos del Ifapa han observado incrementos en los valores de temperatura ambiente que oscilan entre 0,5 y 2,2 grados centígrados sobre las temperaturas mínimas nocturnas. El incremento de los valores de temperatura nocturna de estos sistemas pasivos podría ser aún mayor, de hasta 5 grados. (Lea: La fiebre del oro acelera la deforestación en América Latina)

Innovación tecnológica

Una de las grandes ventajas del sistema productivo de invernadero de Almería, frente a competidores del Norte de Europa, es la escasa dependencia que tienen los agricultores del uso de combustibles fósiles.

Debido al clima, los cultivos pueden sobrevivir a la época invernal sin necesidad de recurrir a la calefacción mediante la ayuda de sistemas eléctricos o de combustibles. Sin embargo, las temperaturas que se producen en los invernaderos durante las noches de invierno son un factor limitante para la producción, ya que se sitúan normalmente por debajo del umbral de 10 y 12 grados centígrados.

“Todo esto se traduce en pérdidas productivas y de calidad, que en la medida de lo posible, se deben intentar paliar con técnicas pasivas que no impliquen consumos de energía fósil”, asegura el estudio. En otras palabras, por debajo del límite térmico se podría estar afectando el crecimiento de la planta y por ende se reducen los tiempos de maduración de los frutos. (Lea: 2015, la hora de la verdad para la lucha contra el cambio climático)

“Los agricultores de Almería y otras zonas del Mediterráneo ya usan en algunos cultivos varias técnicas pasivas encaminadas a mejorar las condiciones térmicas e higrométricas nocturnas durante la época fría: cubiertas plásticas con propiedades térmicas, dobles techos fijos, acolchados oscuros, entre otras”, señaló Esteban Baeza, autor del desarrollo tecnológico.