Así se comporta Mimosa trianae, conocido como yopo en fincas del Meta

Este árbol se caracteriza por su adaptabilidad a las condiciones climáticas y edafológicas de las zonas de piedemonte y planicie, lo que lo convierte en una especie de interés para la investigación ecológica y su aprovechamiento en proyectos de restauración y conservación, como lo explica la Corporación colombiana de investigación agropecuaria (Agrosavia). (Lea en CONtexto ganadero: Cañafístulo y yopo, árboles aliados de la ganadería sostenible en Colombia)

El yopo es un árbol de gran porte, que puede alcanzar hasta 25 metros de altura. Su tronco puede tener un diámetro de 50 cm, lo que lo posiciona como una especie de importancia estructural en los bosque donde habita.

Las hojas de este árbol son compuestas y bipinnadas, formadas por entre 11 y 17 pares de folios que miden entre 1 y 2.3 cm de largo. La floración de la mimosa trianae es notable por su abundancia de pequeñas flores blancas, organizadas en panículas de espigas sin hojas. Estas flores son tetrámeras y bisexuadas, con cálices tubulares de entre 1 y 1.3 mm de largo, recubiertos de una fina capa lanosa.

El fruto del yopo es una legumbre aplanada de color café, que contiene entre 3 y 8 lóculos donde se desarrollan las semillas. Según Agrosavia, estas semillas son de tipo lomentiforme de color café claro, y miden aproximadamente 2.8 x 3.4 mm.

La fenología de mimosa trianae en el departamento del Meta ha sido estudiada en el Centro de Investigación La Libertad de Agrosavia, donde se han documentado variaciones en las etapas de desarrollo de la especie debido a las diferencias altitudinales y climáticas entre las zonas de piedemonte y planicie. Estas variaciones influyen en el inicio y duración de las fases reproductivas, como la floración y fructificación, así como en el crecimiento del follaje.

Floración de mimosa trianae

El yopo presenta un periodo floración claramente definido durante el segundo semestre del año. Las primeras inflorescencias aparecen entre octubre y noviembre, tardando alrededor de dos meses en desarrollarse completamente.

Este proceso culmina en diciembre y enero, cuando las flores alcanzan su punto máximo de apertura, coincidiendo con la temporada de mayor actividad polinizadora. Hacia finales de enero y febrero, las flores comienzan a marchitarse, marcando el final del ciclo de floración.

Fructificación de mimosa trianae

Agrosavia señala que la formación de los frutos sigue inmediatamente después de la floración con la aparición de los primeros frutos entre diciembre y enero. El desarrollo completo de los frutos toma alrededor de dos meses, alcanzando la madurez en febrero o marzo, cuando las semillas están listas para ser recolectadas.

Este patrón fenológico es especialmente útil para planificar la recolección de semillas en proyectos de restauración forestal.

Brote y caída de follaje de mimosa trianae

<>brAunque el yopo es una especie perennifolia, lo que significa que mantiene su follaje durante la mayor parte del año, se ha observado un comportamiento particular en cuanto al brote y caída de hojas. Entre marzo y abril, el árbol presenta un rebrote del follaje, lo que coincide con el inicio de la temporada de lluvias en algunas regiones del Meta.

El comportamiento fenológico de mimosa trianae está influenciado por diversos factores ambientales, entre los cuales destaca el gradiente altitudinal. En las zonas de piedemonte, donde las condiciones climáticas son más estable y húmedas, la floración y fructificación comienzan antes que en las zonas de planicie, donde el clima es más seco y las variaciones estacionales son más pronunciadas. Esto indica que la especie ha desarrollado adaptaciones para maximizar sus oportunidades reproductivas en diferentes ambientes. (Lea en CONtexto ganadero: Yopo, árbol que combina bien con los silvopastoriles)