Granjas integrales autosostenibles, apuesta agrícola en Cundinamarca

Con este modelo, la administración departamental busca optimizar las prácticas agrícolas para garantizar la seguridad alimentaria en los municipios.

Con el ánimo de impulsar el campo cundinamarqués  y mejorar las condiciones del sector rural del departamento, la Gobernación de Cundinamarca, por medio de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, adelanta recorridos por las 10 Granjas Integrales Autosostenibles que hay en esta región del país.

La más reciente visita se realizó en los municipios de Viotá, Nocaima y Gachetá, donde el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (e), Yesid Orlando Díaz, aseguró que gracias a estas acciones la administración departamental busca fortalecer y evaluar el estado actual de las Granjas, con el fin de capacitarlas con el apoyo de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica, Umatas, y e incentivar el desarrollo del sector rural. (Lea: La seguridad agroalimentaria de Cundinamarca, prioridad del departamento)

“Desde mi despacho brindaremos supervisión y acompañamiento a los campesinos participantes en el proyecto de las Granjas Integrales Autosostenibles, para guiarlos y desarrollar sus proyectos. Asimismo, trabajaremos con la meta de obtener buenas prácticas agrícolas y mejoramiento genético, a través de herramientas en ciencia y tecnología, y transferencias de tecnologías en aspectos como cultivos de huertas y cítricos”, añadió Díaz.

Beneficio para las familias agropecuarias

El plan de desarrollo Cundinamarca ‘Calidad de Vida’, tiene previsto dejar instaladas 15 granjas a finales de 2015, por lo que este año se pondrán en marcha otras cinco, las cuales contarán con un aporte económico de la Gobernación del departamento, en cabeza de Álvaro Cruz Vargas.

“Actualmente, las Granjas Integrales que estamos trabajando nosotros se encuentran ubicadas en los municipios de La Palma, Pasca, Fosca, Cáqueza, San Juan de Rioseco, Gachetá, Venecia, Viotá, Nocaima y Ubaté”, sostuvo Cruz Vargas.

Cada granja estará conformada por mínimo 25 familias del sector agropecuario, las cuales deberán estar comprometidas de lleno con el proyecto e integradas a través de una asociación, quienes colocarán la mano de obra para la construcción, adecuación de la infraestructura y administración de la misma con un convenio con el municipio. (Lea: Cundinamarca invirtió $2.000 millones en maquinaria para fortalecer el agro)

“Nuestra iniciativa busca beneficiar a  la población menor de 40 años, suministrando en una fase inicial los conocimientos necesarios para cultivar en sus parcelas productos que les permitan el autoabastecimiento, para después llevar los excedentes a cadenas productivas”, concluyó el gobernador de Cundinamarca.

Nazly Catalina Ortiz, una de las labriegas beneficiadas y líder de Jóvenes Rurales Emprendedores del Centro Agroecológico y Empresarial en Fusagasugá, explicó que el alcance social del proyecto es importante para el desarrollo de las veredas y municipios

“Las familias beneficiadas habitan en el sector rural y pertenecen a los niveles 1 y 2 del Sisbén. Además, varias de ellas presentan alguna condición de vulnerabilidad o hacen parte del programa de inclusión social Red Unidos. Por eso este incentivo es de gran ayuda pues, gracias a él, tenemos sustento económico para nuestro diario vivir”, terminó Ortiz.

Se espera que este proyecto sea tomado en cuenta para que varios departamentos del país lo repliquen en sus zonas rurales generando inclusión social y formación en el campo.