¿Por qué es importante que los terneros tomen el sol?

En ganadería es muy común hablar del estrés calórico y de la sombra para el ganado, temas que son completamente válidos, pero también se debe mirar la importancia que los animales tomen el sol.

De acuerdo con un trino del proyecto local de Fedegán-FNG en Urabá, los terneros necesitan el sol porque les proporciona vitamina D, que es un nutriente esencial para la formación de huesos y dientes fuertes.

Los animales jóvenes en crecimiento tienen un mayor requerimiento de vitamina D que los animales adultos. En condiciones normales, el ganado recibe la cantidad adecuada de vitamina D por la exposición a la luz solar directa o por el consumo diario de forrajes.

La vitamina D aumenta la absorción del tracto digestivo y el uso metabólico de calcio y fósforo. Además, ayuda a regular los niveles de calcio en la sangre y la conversión de fósforo inorgánico a orgánico. (Lea en CONtexto ganadero: Investigación: utilizan vitamina D para prevenir la mastitis bovina)

El portal ralcolatinoamerica.com, señala que los mecanismos de la piel convierten la vitamina D en una forma utilizable por el organismo. En la mayoría de las condiciones de pastoreo, el ganado recibe suficiente vitamina D de la luz solar directa o de forrajes curados al sol. Sin embargo, los terneros y los animales jóvenes en crecimiento tienen una mayor necesidad de vitamina D.

Dicha vitamina es necesaria para la formación de huesos y dientes fuertes, pero también para el uso metabólico de minerales como el calcio y el fósforo. Más común en animales jóvenes, la vitamina D suele inyectarse para prevenir el raquitismo o, en algunos casos, en animales maduros para evitar el reblandecimiento de los huesos.

Una deficiencia de vitamina D se observa a menudo con una estructura ósea deficiente o una marcha inestable. Los animales mostrarán signos de menor crecimiento, articulaciones hinchadas, arqueamiento, huesos que se rompen con facilidad o terneros deformes en vacas preñadas.

Formas de presentación

De acuerdo con una nota de la Unión Ganadera regional de Jalisco, hay dos formas, por medio de las cuales el ganado consigue la vitamina D.

La primera se realiza por la acción directa de los rayos ultravioleta que produce la luz solar, activando un compuesto llamado ergosterol, que se encuentra presente en algunos tejidos vegetales, en forrajes y henos que son curados (secados) al sol. Cuando el ganado consume forraje con este proceso, obtiene la vitamina D. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Dónde se encuentran las vitaminas A, D y E para bovinos?)

Los forrajes henificados adecuadamente bajo la luz solar, tienen principios nutritivos activos de vitaminas A y D. Otros forrajes desecados al sol como rastrojo de maíz o las pajas, solo proporcionan vitamina D.

La segunda forma es cuando el ganado vive al aire libre. Esto es, por la exposición prolongada de los rayos ultravioleta del sol, que pasan a través de la piel activando un compuesto llamado esterol, que se encuentra presente en los tejidos animales dando lugar a la formación de la vitamina D.

De este modo, el ganado logra almacenar cantidades suficientes de vitamina D en el hígado principalmente, que aprovechará eficazmente en sus funciones orgánicas. Al igual que el heno tratado al sol, el ganado expuesto a la acción de los rayos solares, obtiene también vitamina D.

La principal función de esta vitamina es la de asimilar con mejor eficacia el calcio y el fósforo presentes en el organismo del ganado. Los animales requieren una cantidad mayor de vitamina D en la gestación: Es en este período cuando la vaca requiere una cantidad adicional de vitamina D, para la debida asimilación y aprovechamiento del calcio y del fósforo; ya que, estos minerales son indispensables durante la formación ósea (esqueleto) del feto. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo influyen las vitaminas A, D, E, hidrosolubles y B12 en los bovinos?)

Para obtener una elevada producción de leche, es preciso que la vaca consuma gran cantidad de alimentos concentrados, en combinación de un buen forraje verde, así como la aportación de algunos minerales y de vitaminas A, D y E.

La deficiencia de vitamina D en los becerros se manifiesta por el encorvamiento anormal en los huesos de las extremidades (manos y patas) que se fracturan con facilidad. A esta enfermedad se le conoce como raquitismo.