Las Carolinas, un modelo de ganadería regenerativa en Sucre

La Hacienda Las Carolinas, en Sucre, desde hace algunos años se dio a la tarea de implementar el manejo holístico en su proceso de producción.

Apostó por un modelo de ganadería regenerativa que permite reconstruir los suelos para capturar carbono, mejorar los ciclos del agua y crear nuevos hábitats con el fin de producir alimentos más sanos, libre de químicos y en armonía con el medio ambiente.

Según la zootecnista de la Hacienda, Astrid Arroyo, el manejo holístico es una metodología de toma de decisiones que permite considerar las necesidades del suelo, las plantas, los animales y las personas. Permite desarrollar ganadería regenerativa, la cual surgió de la necesidad de frenar la desertificación y disminuir la dependencia de los sistemas de producción de insumos externos.

“Este tipo de manejo invita a trabajar con la naturaleza y a volver al suelo para ver qué nos quiere decir la naturaleza, cuál es el momento óptimo para realizar pastoreo, qué especies se tienen en el potrero y cuáles son las que realmente funcionan como fuente de alimentación para el ganado”, indicó la profesional. (Lea: Ganadería regenerativa, un modelo sostenible para Colombia)

La ganadería regenerativa tiene unos principios que en el caso de esta finca el primer paso fue disminuir a cero la dependencia de agroquímicos. Desde hace cinco años no aplican herbicidas ni plaguicidas y se dejó de usar ivermectina, con ello lograron mejorar y reactivar la biología de los suelos.

El suelo es capaz de reciclar todos esos nutrientes y esa materia orgánica para mejorar en forma natural su estructura y su fertilidad. La idea es crear vida en los suelos que permita mejorar y/o aumentar la producción de biomasa vegetal obteniendo pastos y plantas saludables que van a soportar y mantener animales saludables y esto se traduce en la producción de alimentos más sanos para la humanidad.

Un aspecto importante en la implementación del manejo holístico es definir el paisaje que se quiere lograr a futuro. En el caso de esta finca se busca diversificar las áreas de pastoreo con plantas perennes por encima de las anuales.

Desde hace un año, durante la época seca recogen todas las semillas que ofrecen los árboles nativos de los potreros, como es el caso del guácimo, el totumo, el campano y la leucaena, y se ofrecen al ganado en potrero para que le sirva como fuente de energía y nutrientes y durante el proceso de degradación que ocurre el nivel del rumen clarifica esas semillas y la hacen apta para su crecimiento una vez son depositadas al suelo a través de las bostas. (Lea: Ganadería regenerativa, su restauración y gestión del suelo)

A través de los años en que han implementado el manejo holístico han aparecido especies de pastos en zonas donde antes no había gracias a la dispersión de semillas que realiza el ganado y al descanso que se le da a las áreas de pastoreo.

Este año se suspendió la oferta de sales mineralizadas al ganado para ver los efectos sobre los parámetros reproductivos de las vacas.

A pesar de no estar consumiendo sales tiene buena condición corporal lo cual significa que se está aportando en forrajes los nutrientes que necesita para mantenerse en buen estado.

El manejo en manada de los animales permite promover la regeneración eficiente de los suelos, recargar vías fluviales, desarrollar hábitats para la fauna silvestre y mejorar los procesos biológicos del ecosistema. (Lea: Ganadería regenerativa: restaurando la biodiversidad del suelo para combatir el cambio climático)

Durante la época seca el ganado juega un papel fundamental en los ambientes con distribución freática de humedad ya que todas esas perturbaciones físicas que el ganado realiza son las que mejoran la respuesta de los potreros cuando inicia la temporada de lluvias.

El manejo sanitario es netamente preventivo y tienen pocos casos de enfermedades, hace algún tiempo no aplican desparasitantes y eso ha permitido volver a ver a los escarabajos estiercoleros que realizan una labor muy importante en la conservación y producción del suelo.

Por su parte el gerente de la hacienda, Nelson Martelo, manifestó que la situación de la finca era muy cíclica, todos los años tenían los mismos problemas, en los veranos se presentaban muertos y escasez de alimentos, había mucho movimiento de los animales entre una finca y otra y el negocio no funcionaba.

En el 2013 empezó a utilizar métodos que el Instituto Savory practicaba y los comenzó a implementar en la finca. En 2016 se dio un paso grande al asociarse con el Instituto Savory y en 2020 finiquitó el proceso, “practicamos manejo holístico y el cambio ha sido transcendental en comparación con lo que teníamos anteriormente”.