Vaca con brucelosis bovina
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Conozca algunos factores que pueden provocar brucelosis bovina

Por - 15 de Mayo 2022

Existen diversos factores que pueden provocar brucelosis bovina, tanto en los animales especializados en la producción de leche como en los de carne y doble propósito.


Existen diversos factores que pueden provocar brucelosis bovina, tanto en los animales especializados en la producción de leche como en los de carne y doble propósito.

Así lo plantean expertos de diversas universidades de México y del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria de España en un artículo publicado en el portal ganadería.com donde señalan que en el ganado bovino, el periodo de incubación varía entre 14 y 180 días.

Cuando las hembras se infectan al principio de la gestación, el periodo de incubación es más prolongado, en cambio, si ocurre en la segunda mitad de la gestación, el periodo es más corto. En términos generales, se considera que en las vacas los abortos y los mortinatos fetales ocurren entre las dos semanas y cinco meses después del inicio de la infección.

De igual manera indican que la patogenia depende de la respuesta inmune del animal, siendo la enfermedad provocada por la interacción entre el sistema inmune y el agente patógeno (Brucellaabortus). (Lea: Brucelosis bovina, un problema de alta prevalencia en Colombia)

El estado inmune de la hembra gestante influye en el tiempo de incubación de la infección e incluso se puede afirmar que la infección no siempre conduce al aborto. Se ha observado clínicamente que hembras sexualmente maduras si se infectan con Brucellaabortus pocos días antes de la fecundación, abortan con casi toda seguridad. En cambio, si la infección se produce en periodo avanzado de la preñez, el feto es expulsado en el plazo normal o se produce simplemente parto prematuro, aunque no es descartable el aborto si el estado de inmunidad de la madre es deficiente.

En cuanto a las complicaciones de las vacas sostienen que una de los más importantes es la retención placentaria que representa el fracaso en la expulsión de las membranas fetales, quedando retenidas. Si la placenta permanece en el lumen del útero, por más tiempo de 12 horas después del parto sin ser eliminada, a partir de las 24 horas se considerará como placenta retenida, clasificándose entonces como patológica o anormal, debiéndose de abordar su terapéutica adecuadamente.  Si en un periodo máximo de tres a ocho horas después de la salida del feto son expulsadas las membranas fetales se considerará un parto fisiológico o eutócico.

Se ha comprobado cómo del 50 al 90 % de los casos de retención placentaria cursan con formas más o menos graves de metritis, mientras que tras el parto eutócico sin retención de placenta salvo casos excepcionales, este porcentaje puede hallarse entre el 5 y 15 %.

Infecciones uterinas

Tras el parto y durante el puerperio, el útero queda lleno de una cantidad variable de loquios formados por una mezcla de exudados y restos endometriales y carunculares. Son de tonalidad rosácea o parduzca y se eliminan de forma progresiva hasta 2-3 semanas después del parto, fecha en que cesa su eliminación.

Después del aborto brucelar o del parto prematuro se observa una involución demorada del útero. Los loquios clínicamente constituyen un caldo de cultivo contaminante, a partir del cual se genera la infección uterina, si ésta no es contenida o fracasan los mecanismos de defensa uterino. (Lea: ¿Sabe qué pasa si tiene brucelosis en su predio?)

Cuando los loquios tienen un olor fétido, con aspecto granuloso, líquido o hemorrágico y persiste más allá de las tres semanas postparto, son indicadores de infección. Cuando se hacen amarronadas, amarillentas y seromucosas indican persistencia de la infección y su paso a metritis crónica. Las metritis puerperales y endometritis causan alteraciones y desequilibrios hormonales en el área de la reproducción con cuadros clínicos de infertilidad e incremento del intervalo entre partos.

Si no son extraídos los placentomas en su debido tiempo, pueden sobrevenir complicaciones bacterianas por multiplicación de microorganismos de la putrefacción y piógenos en las partes retenidas, produciendo metritis e incluso una infección general séptica.

En conclusión señalan los autores que la brucelosis bovina es una de las enfermedades de gran importancia en la producción bovina, ya que provoca grandes pérdidas económicas a las Unidades de Producción Animal de bovinos, debido a las grandes consecuencias que puede provocar en el desempeño de la eficiencia reproductiva de las vacas y, por lo tanto, en la economía del ganadero.

Su diagnóstico es de vital importancia para implementar las medidas de prevención y tratamiento correspondientes. Se debe realizar un adecuado diagnóstico para implementar las correspondientes medidas de prevención y control.

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