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Por - 01 de Marzo 2023
El estrés se considera como las reacciones fisiológicas que un organismo pone en marcha como mecanismos de defensa para afrontar una situación amenazante o una alteración a su equilibrio. Esta respuesta se desarrolla en etapas, culminando con el distrés o estrés negativo.
El estrés se considera como las reacciones fisiológicas que un organismo pone en marcha como mecanismos de defensa para afrontar una situación amenazante o una alteración a su equilibrio. Esta respuesta se desarrolla en etapas, culminando con el distrés o estrés negativo.
Así lo explica el médico veterinario zootecnista César Ruiz, asesor técnico en corral de engorda de la empresa Virbac en México, añadiendo que el estrés es la manera que el cuerpo responde a este desafío que el organismo percibe como amenazante.
“De manera natural, los animales presentan una actitud de alerta y reaccionan ante cualquier estímulo novedoso que observan o escuchan; por lo que poder activar estos mecanismos de defensa es un comportamiento innato que le permite sobrevivir en estado libre”, precisó.
En el caso de los animales para producción, explicó que las reacciones de defensa ocurren cuando se exponen a estos ejemplares a las diversas situaciones cotidianas de la explotación en la que vive. (Lea: Los diferentes tipos de estrés que pueden presentar los bovinos)
De igual manera, el estrés puede entenderse como una respuesta biológica producida cuando un individuo percibe una amenaza a su homeostasis, la propiedad de los organismos de mantener su condición interna estable compensando cambios en su entorno.
También se describe como un estado estable de los parámetros fisiológicos, al que se puede llegar mediante el equilibrio de dichos parámetros. El esfuerzo involucrado en lograr este equilibrio se desarrolla en tres etapas consecutivas denominadas:
De acuerdo con el autor, una de las claves para lograr un manejo exitoso de los semovientes radica en determinar cuándo el estrés se transforma en distrés y cómo poder medir ambos para diferenciarlos. (Lea: ¿Ha escuchado el término ‘eustrés’ en animales?)
Origen del término “distrés”
El endocrinólogo Hans Seyle acuñó el término “eustrés” para referirse al estrés positivo o beneficioso (bien sea psicológico, físico o bioquímico), que se diferencia del “distrés”, dependiendo del impulso y donde la respuesta es negativa.
En el ámbito de la psiquiatría, el “eustrés” comporta efectos favorables para el individuo sometido a estrés, con respuestas que favorecen la adaptación al factor estresante; en tanto que el “distrés” (del inglés distress) conlleva consecuencias perjudiciales para el individuo, con respuestas que impiden o dificultan la adaptación.
Aunque el Dr. Fernando A. Navarro recomienda evitar los anglicismos innecesarios “distress” y “distrés”, porque pueden tener múltiples traducciones de acuerdo con el contexto en que se usen, el experto mexicano sugiere el término para explicar la respuesta negativa.
Factores estresantes
En primera instancia, señaló que las amenazas o estímulos que alejan al individuo de la homeostasis se conocen como factores estresantes o estresores. Estos últimos se pueden dividir en varios grupos según su naturaleza, duración e intensidad.
Según la naturaleza de su origen, los factores estresantes pueden ser divididos en factores físicos, sociales (resultantes de las interacciones con los individuos de la misma especie) y las prácticas relacionadas con el manejo.
Según la duración de la respuesta, se clasifican en agudos (simples y de duración limitada) o crónicos (duración prolongada). Un estresor agudo puede tener una respuesta de estrés crónico si se presenta en forma repetida o cuando su intensidad es anormalmente alta.
El autor indicó que la entrada de ganado a la ceba es la etapa más crítica dentro de este proceso, dado que es la etapa en la que los animales se someten a gran cantidad de cambios y manejos generadores de estrés.
No obstante, la llegada del lote de ganado al corral de engorda va precedida por una larga lista de factores estresantes desde el rancho de origen hasta el área de recepción. (Lea: Cambios fisiológicos en un bovino cuando se estresa)
Por este motivo, Ruiz insistió en la importancia de supervisar todas las actividades previas al arribo del ganado, desde su agrupación y su transporte, dado que los factores de estrés pueden provocar un “efecto dominó”, que hace que el distrés sea más intenso.
En una próxima entrega, hablaremos de las estrategias para remediar el estrés y evitar que este efecto dominó que podría derivar en el distrés del ganado.
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