Lecciones que no se han aprendido del contrabando

En su columna semanal, Miguel Ángel Lacouture, vuelve a llamar la atención sobre un delito que pone en grave riesgo el estatus sanitario del país y puede lanzar por la borda el trabajo de ganaderos, Gobierno y entidades gubernamentales: el comercio internacional.

En días pasados, CONtexto dio a conocer cómo vienen ingresando desde Venezuela grandes cantidades de animales en pie de contrabando, hecho que pone en grave riesgo el estatus sanitario del país, el cual se recuperó hace poco tiempo y producto del mismo se dinamizó el mercado internacional de animales y carne hacia varios mercados. (Lea: Grave denuncia de contrabando de ganado en Norte de Santander)

En ese mismo sentido se pronunció Miguel Ángel Lacouture, consultor ganadero, quien en su columna semanal volvió a lazar la voz sobre esta problemática que no es nueva, pero que en el contexto actual del sector si podría tener graves implicaciones.

Lacouture recordó los brotes de aftosa que se produjeron en el pasado detuvieron el desarrollo comercial de la ganadería, atrasándola considerablemente, minando la confianza de los mercados abiertos o en camino de serlo. Sin embargo, recordó que la estrategia de Diplomacia Sanitaria, encabezada por el Ministerio de Agricultura, de la mano de Fedegán, FEP y el ICA, logró recuperar el estatus perdido y volver a mercados importantes para Colombia.

Agregó que esa sinergia ha sido exitosa, ya que no solo permitió ingresar a nuevos países, sino que los ganaderos y empresas colombianas enviaran cortes especiales congelados y sin congelas, así como machos en pie. (Lea: Denuncian aumento de contrabando de carne en Norte de Santander)

“Pareciera lección no aprendida”, dice el consultor. Ya que el ingreso de animales de contrabando que denunció CONtexto ganadero, podría ser la punta del ‘iceberg’, dado que en Venezuela hay un hato medianamente grande con “una tasa de extracción baja, pese a que ha venido exportando ganado en pie a mercados en Medio Oriente que antes compraban en Colombia”.

El experto también lamentó que en la frontera haya mucha informalidad. Recordó que actualmente hay pequeños ganaderos que tienen menos de 20 animales que no tienen predios registrados y su actividad depende de la leche o de la venta de terneros destetados.

“Es común que ofrezcan animales con o sin guía sanitaria, con diferentes precios entre $500 y $1.000 por kilo. Sin bien tienen Registro Único de Vacunación, no cuenta con la posibilidad de comercializar de manera formal a pesar de hacer parte del censo ganadero. Ese hecho ha generado un mercado subrepticio de guías para dar soporte formal a ventas de pequeños ganaderos de semovientes de origen objetivamente lícito. Lo gran es que sirven para para amparar la entrada de semovientes que provienen de Venezuela con traslados ficticios formalmente registrados”, denunció Lacouture. Autoridades en alerta por contrabando e ilegalidad en zona de frontera con Venezuela)

Recordó que estas operaciones pueden ser funestas para la ganadería colombiana, por lo que se requieren acciones contundentes por parte de la Policía Fiscal y un control estricto por parte del ICA en los diferentes puntos de la frontera y los puestos de control. Incluso sugirió un bloque de búsqueda para detectar animales de origen ilícito.

“Es necesario tomar medidas de fondo, que conduzcan a la formalización de pequeños ganaderos para la inscripción de predios, hierros y semovientes para una base de datos completa, debidamente soportada, conducirían a golpear de manera contundente el contrabando en pie, de la mano de la aplicación irrestricta de las consecuencias del decomiso, sacrificio e incineración de los animales provenientes de Venezuela, sumado a la aplicación de la Ley que existe en la materia”, finalizó.