Lo que no dirá Santos
Todos tenemos bien sabido lo que Santos dirá en Oslo cuando llene su vanidad el Premio Nobel que le entregará Noruega, a costa de Colombia. Los payasos divierten pero cansan. Se repiten tanto…
Los del Nunca… y la Comisión de Seguimiento
Nos imaginamos el agotamiento en que quedó el presidente Santos después de ese toque de ingenio que le permitió llamar a quienes conformamos la mayoría nacional como los del nunca. ¡Qué donosura en el manejo de la lengua y qué sutileza en la ironía, cuánta gracia en el ataque, qué finura en la defensa de sus principios políticos!
Fidel
No hay muerto malo ni novia fea, reza el viejísimo adagio. Pero con un personaje como el que nos acaba de dejar no podemos andarnos con adagios. Lo que procede es la Historia y la parte más apasionante de ella, en el decir de Ortega y Gasset, que es anticiparla.
La policía secreta
No hay despotismo sin Policía Secreta. Los Reyes del Antiguo Régimen la tuvieron, a su manera. Un sistema de soplones que meten las narices donde creen que algo mal oliente amenaza al Príncipe, no faltó a Enrique VIII de Inglaterra ni a Felipe II de España ni a Luis XIV de Francia ni a Catalina de Rusia ni a la Santa Inquisición. Cuántos desgraciados terminaron en infames mazmorras o en la horca o en la hoguera, por cuenta de estos atroces sujetos.
El reino de la farsa
Santos es un pésimo gobernante y un mal farsante. Qué duda cabe. El “Nuevo Acuerdo” con las Farc lo usa para encubrir las peladuras que esconde debajo de la enjalma y para distraer la audiencia.
Ganamos
Sin un peso en el bolsillo y contra la opulencia de los que pregonaban el SI con el presupuesto nacional a su disposición.
Reforma agraria llamada desastre
Lo primero que se pregunta el lector de la Reforma Agraria Integral del Acuerdo Final, es por qué ha de tratarse ese tema con los que de campo no han hecho más que robar tierras, maltratar campesinos, secuestrar sus hijos, asaltar y quemar y robar aldeas, destruir bosques, convertir ríos en lodazales inmundos, extorsionar dueños de fincas. ¿Por qué?
Poker de mentiras
En La Habana encuentran una verdad en el camino y se la brincan. Veamos las más gruesas, para entender por qué vamos a derrotar la propuesta del plebiscito con un rotundo NO Llevan estos sujetos, los de Santos y los bandidos, cinco años echando paja, como ellos mismos dicen, y a nuestros plenipotenciarios se les ha olvidado el pequeño detalle de averiguar con quién conversan.
Santos y sus enredos
Hay que ir de prisa, de tantos como son los enredos en que anda el presidente Santos.
La guerra que se acabó
La guerra que se acabó no comenzó nunca. Se la inventó Santos para entregarle el país a un cartel de droga, a unos facinerosos derrotados a cuyo alrededor bulle el enjambre de los comunistas, nunca victoriosos, que siempre trataron, inútilmente, de apoderarse de este país.