El hambre no es una política
Cuando el ministro de Hacienda dijo que se aplicarían todos los medios del Estado para reducir el consumo, no imaginamos que aquella frase tan audaz se refiriera a la idea de encarecer la comida. El hambre es una crueldad y un suicidio. Jamás puede ser una Política.
¿Quiere usted vivir en paz?
Cuando le hagan esta pregunta tan inteligente, lector querido, recordará a nuestro Pambelé, para quien era mejor ser rico que pobre y a aquel otro sabio que descubrió preferible estar aliviado que enfermo.
Golpe de Estado y dictadura
Golpe de Estado es un viejo transeúnte por los caminos de la Historia, que rompe los principios sobre los que descansa la vida de un pueblo, para lanzarlo a ensayar una nueva peripecia vital, que empieza generalmente por formas de esclavitud y desamparo.
Endeudados hasta el cogote
Parecería suficiente desventura que Juanpa y sus amigotes hubieran desaparecido el producto de la bonanza petrolera, la mayor que Colombia tuvo en su historia.
La gran marcha del 2 de abril
Está por escribirse, y es cosa singular y sorprendente que no se haya escrito, la Historia de las Marchas. A las marchas se debe más que a las batallas y a los discursos. O mejor miradas las cosas, las marchas han decidido la suerte de las guerras y de las revoluciones.
A marchar
¡Cuántas veces nos preguntamos lo que podíamos hacer por esta Patria, la nuestra, la única que tenemos! Pues algo tan simple como marchar, como lo haremos este sábado próximo 2 de abril. Así de sencillo.
La mayor estupidez
Nos parecía imposible la misión de encontrar la mayor estupidez de Santos durante su estúpido Gobierno. Pero por la dimensión de esta necedad y por sus repercusiones gigantescas en el futuro de Colombia, escogemos la que cometió media hora después de conocido el pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia sobre las excepciones preliminares, o dilatorias o previas que presentaron nuestros abogados en el proceso incoado por Nicaragua.
Conejo: Así será todo
Cuando pase lo peor, cuando quedemos definitivamente en manos de los bandidos de las Farc y los seudo intelectuales mamertos que se aprovechan de Juanpa para tirarnos a las tinieblas de un mundo comunista, no tendremos el consuelo de decir que nos engañaron. No. Nos engañamos nosotros mismos.
No habrá despejes
La frase que sirve de título a este escrito es de Juanpa, por supuesto. Pronunciada a propósito del despeje del corregimiento Conejo, le sirvió para recordar que esa había sido promesa solemne suya en los comienzos de estos diálogos con los asesinos de las FARC, y que algo parecido no había ocurrido y no se repetiría jamás.
¿Qué nos traes, viajero?
Juanpa acaba de regresar de los Estados Unidos, lo que no es ninguna novedad. Volvió, simplemente porque se había ido. Y se había ido porque es lo único que sabe hacer. Ir y volver.