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Declarar calamidad pública, una medida que pierde eficiencia

Por - 18 de Octubre 2016

Así al menos lo consideran en departamentos como el Vichada, en el que todavía siguen esperando que en algún momento lleguen los recursos que les permitan aminorar los daños que produjo en la región la ola invernal que azotó a la región en meses pasados.


Así al menos lo consideran en departamentos como el Vichada, en el que todavía siguen esperando que en algún momento lleguen los recursos que les permitan aminorar los daños que produjo en la región la ola invernal que azotó a la región en meses pasados.   Bastante molesto se encuentra Luis Carlos Sandoval, presidente de la Asociación de Ganaderos de Guainía y Vichada, Asoguavi, por la situación actual de la que nadie se quiere apersonar y que sigue generando enormes pérdidas entre los productores de la región.   El dirigente le confirmó a CONtexto ganadero que el pasado 14 de octubre se comunicó con la secretaria de Agricultura del Vichada para manifestarle que “a pesar de estar en medio de una calamidad pública que fue declarada no nos han invertido ni un solo peso”. (Lea: Ganaderos de los Montes de María reclaman ayudas debido a la crisis)   La respuesta de la funcionaria fue que no había dinero, por lo que el desconcierto entre los habitantes de la región es aún mayor y solo los hace cuestionarse cuál es el objeto de hacer dicha declaratoria si no se obtienen las ayudas que tanto se necesitan.   Esa zona del país sufre las consecuencias de una fuerte ola invernal, que dejó enormes cantidades de hectáreas anegadas, cientos de animales muertos y millonarias pérdidas económicas para los agricultores.   Según la Constitución de Colombia, la calamidad pública se define como aquella situación catastrófica que se deriva de causas naturales o técnicas, y que produce una alteración grave e intempestiva de las condiciones sociales, económicas y ecológicas de una región o de todo el país.   El objeto de declarar la calamidad pública es que a partir de ello se puedan hacer movimientos presupuestales y traslados de recursos para atender las urgencias que se puedan presentar, por lo que Vichada y Guainía decidieron hacerlo. (Lea: Piden declarar calamidad pública en ciénaga grande de Santa Marta)   El problema es que desde allí sostienen que lo que hacen quienes están al frente de esas operaciones es quedarse con el dinero, sin importar llevar apoyo a los que realmente lo necesitan.   “Yo no quiero ir a instancias como la Procuraduría u otro tipo de organismos, pero ustedes declararon la calamadidad pública con el objetivo de atender nuestras situación y acá siguen sin llegar los recursos”, denunció Sandoval que le dijo a la secretaria.   La funcionaria le reiteró que no había dinero y que iba a revisar los diferentes proyectos, a lo que se le respondió que no era eso lo que se requería, pues la premisa es atender aquello que se encuentra perjudicado tras la problemática climática que se afrontó en la región durante los meses pasados.   En Inírida se vienen haciendo cosas y es allí donde se encuentran un importante número de personas tratando de vender el fruto de su trabajo, el cual se realiza en el Vichada.   Entre lo que el gremio ganadero de la región insiste en solicitar con mayor premura se encuentran las semillas, el transporte para movilizar animales y evitar que se enfermen o mueran, y la mecanización de las tierras porque a punta de azadón es muy difícil. (Lea: Ganaderos de Pauna se quedaron esperando silo de MinAgricultura)   “Yo voy a interponer un derecho de petición para conocer en detalle en qué se han gastado esos recursos que debieron destinarse a resolver problemáticas surgidas por cuentas de la ola invernal y que insisten no tener (…) Toca a las malas porque de otra forma no nos responden, queremos saber por qué no se le ayuda a la gente del Vichada”, resaltó el presidente de Asoguavi.   El caso de esa región no es el único del que se ha conocido en el país. En otros lugares como Granada, en el departamento del Meta, y la Ciénaga de Santa Marta han tenido que tomar la misma medida.   Sin embargo, habitantes consultados por este medio sostienen que las obras no se materializan y que eso eso termina es beneficiando a quienes piden los recursos porque pueden manejarlos a su antojo sin mayor fiscalización de esa gestión.   En otros casos como en Yacopí, en Cundinamarca, las ayudas tan solo llegaron a la región luego de 6 meses de haber sido declarada la calamidad pública. Así lo confirmó en su momento Deisy Caraballo, directora de la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente del municipio, que dijo que 441 bultos de 50 kg de fertilizante fueron destinados para beneficiar a los productores después de esperar medio año por ellos. (Lea: Ganaderos del Sur de Santander piden apoyo gubernamental)   Empezando el mes de junio, la administración municipal de Pauna, en Sucre, decretó la calamidad pública para gestionar ayudas y apoyar a los productores pecuarios y agrícolas tras los momentos más críticos del verano.   Luego de llenar todos los papeles que para ello se requiere y cumplir con los requisitos que se exigen el tiempo pasó y 2 meses después siguen sin obtener respuesta. Luego les pidieron reducir el número de beneficados y lo que recibieron fue mucho menos de lo solicitado y lo requerido.   En febrero de este 2016, la situación por el verano llegó a ser tan crítica que la Alcaldía de San Juan Nepomuceno, en Bolívar, tuvo que declarar la calamidad pública, pues el caudal del río Magdalena se redujo en más del 50 % y varias lagunas y quebradas desaparecieron.   Por las mismas razones se optó por igual medida en varios municipios de Santander, en donde las fuentes hídricas fueron perdiendo su caudal y poniendo en riesgo la vida de miles de animales. El verano y el cambio climático obligaron a radicar la petición de ayuda y de recursos a las entidades gubernamentales.   La respuesta en ambos casos fue igual de tardía, a nadie parece dolerle la situación y en cambio si es vista con desconfianza pues los malos manejos están a la orden del día, eso sin que nadie de las entidades encargadas de la vigilancia parezca prestar atención. Ante esos csos surge una pregunta: ¿cómo hacer para fortalecer una medida tan importante como esta? (Lea: Fuerte temporada invernal tiene preocupados a ganaderos del Meta)   Si usted conoce más casos como estos, escríbanos al correo electrónico [email protected] para poder hacerle el seguimiento correspondiente y evitar que se sigan usando de forma incorrecta herramientas tan valiosas como esta.

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