Por qué el manejo del agua es un reto en la rotación de potreros

La rotación de bovinos, también conocido como pastoreo rotacional, es ampliamente utilizada para mejorar la calidad del forraje y aumentar la eficiencia productiva. Sin embargo, uno de los mayores restos es el manejo adecuado del agua, indispensable para la supervivencia y productividad de los bovinos. Este sistema no solo requiere una infraestructura adecuada, sino también una planificación y logística precisas para garantizar la disponibilidad continua de agua. (Lea en CONtexto ganadero: 8 claves sobre pastoreo rotacional para mejorar la producción y la salud del ganado)

El agua es esencial para la vida de los bovinos, y a diferencia de otros elementos como los nutrientes del forraje o los suplementos alimenticios, el agua no puede ser sustituida o postergada sin causar un impacto negativo en la salud del ganado.

En un sistema de rotación de potreros, la importancia del agua aumenta debido al constante movimiento del ganado entre parcelas, lo que exige la presencia de fuentes de agua accesibles y adecuadas en cada área de pastoreo.

Es por esto que la cantidad de agua depende de factores como el tamaño y peso del animal, la etapa productiva, las condiciones climáticas y el tipo de alimentación. Estos factores hacen que el manejo del agua sea un reto continuo para los ganaderos que implementen la rotación de potreros.

Fausto Bermúdez, CEO de Ranching 4 Profit, reconocida escuela mexicana, destaca que “el mayor reto en la rotación de animales es el manejo del agua. No se trata solo de cuánta agua se tenga en el bebedero, sino cómo se gestiona su distribución”. El profesional añade que uno de los errores más comunes en la rotación de bovinos es aumentar el tamaño del bebedero para acomodar más animales, sin considerar la demanda creciente de agua”.

Según el experto, el aspecto más importante es el flujo de agua que alimenta el bebedero, más que el número de bovinos que pueden acceder al agua al mismo tiempo.

“No conozco a nadie que se haya arrepentido de instalar una tubería más grande, pero sí a muchos ganaderos que se arrepintieron de haber puesto tuberías pequeñas. Hay algo que siempre recomiendo y es que si en algo se debe gastar el dinero que no tiene el productor, es en un plan maestro”, describe Bermúdez. La capacidad de la infraestructura hídrica debe estar a la altura de las demandas del sistema de pastoreo.

Determinar cuánta agua necesita un grupo de bovinos requiere tomar en cuenta las variables como tamaño, producción, clima, etc. El sobreestimar la cantidad de agua puede resultar en desperdicio de este recurso, mientras que subestimar las necesidades de los animales puede llevar a una deshidratación, disminución de la producción láctea o de carne, y problemas de salud graves.

Un plan maestro adecuado es fundamental para la gestión del agua en los sistemas de rotación. Esto debe incluir una planificación con objetivos a 20, 30 y 50 años. “Muchos productores basan el diseño de sus fincas en suposiciones, pensando que un potrero o un bebedero ‘quedarán bien’ en ciertas áreas. Sin embargo, cuando la finca pasa a la siguiente generación, esa planificación suele ser ineficaz, y los costos de corrección pueden ser extremadamente elevados”, señala Bermúdez.

Afortunadamente, existen varias estrategias y tecnologías que ayudan a los ganaderos a manejar mejor el agua en sistemas de pastoreo rotacional como, la implementación de bebederos móviles, uso de sistemas de riego por gravedad, recuperación y almacenamiento de agua de lluvia y control de calidad del agua. (Lea en CONtexto ganadero: Así deben ser los bebederos en pastoreo rotacional)