¿Sabe usted qué ganado es bueno para su finca?

Tradicionalmente en el trópico se ha tenido una visión sesgada acerca de lo propio, pues se considera que todo lo que viene por fuera es mejor que lo que se tiene en el territorio. Esta situación no es ajena a la ganadería, razón por la que hoy las razas que más se utilizan provienen de otros países.

Merilio Montero Urdaneta, médico veterinario de la Universidad de Zulia con magíster en Producción Animal y Reproducción y Genética, indica en una charla para Fedegán que en los países latinoamericanos, la producción animal con vacuno se ha ido moviendo, razón por la que cuando se le pregunta a un productor por alguna raza bovina, la respuesta más común tiende a ser cualquier raza distinta a la criolla.  

De acuerdo a Montero Urdaneta, “nosotros necesitamos tropicalizar nuestro pensamiento y hay que por obligación repasar que estamos ubicados en la zona intertropical entre el trópico de cáncer y capricornio que tienen unas características radicalmente diferentes a otros países que están fuera de esta zona”. (Lea: Cómo transitar hacia una ganadería tropical sostenible)

Esta área se caracteriza por una radiación solar alta con temperatura alta, así como su humedad relativa. También es una zona donde hay presencia de parásitos internos y externos, pasto tosco y en su mayoría mal manejado.

“Existen países que están dentro de la zona intertropical que aun los podemos clasificar y sacarles diferencias. Esto lo digo porque mucha genética que ha estado ingresando a Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador es proveniente de Brasil, por eso el ganadero piensa que si se da en este país, en nuestro medio ambiente también se puede dar”, menciona Montero Urdaneta.

Pero la realidad es que esta es una decisión muy difícil porque todos los ganaderos no tienen claro a ciencia cierta cuál es la genética que deben utilizar.

Es por esto que entra en juego una estrategia para producir con eficiencia llamada cruzamiento dirigido que se fundamenta en “el apareo dirigido para lograr un balance entre el genotipo y el ambiente, que es lo que tradicionalmente no hemos hechos”, asegura Montero Urdaneta.

Este cruzamiento dirigido busca garantizar la adaptación del animal a un ambiente y sistema de manejo particular, teniendo aquí muchas diferencias.

Para el profesional, la adaptación debe ir primero porque “es el ancla al trópico para que se cumplan algunos preceptos, teniendo en cuenta que esto significa la capacidad de un animal en cumplir eficientemente su proceso de sobrevivencia, crecimiento, reproducción y producción de leche y carne”. (Lea: El ambiente y la genética son claves para producción de carne en el trópico)

En este proceso de adaptación, el experto asegura que entra en juego un término clave llamado homeokinesis, que es la supresión de ciertas funciones para el mantenimiento de otras.

“Esto es importante tenerlo claro porque por ejemplo, si queremos traer animales que tengan buena característica de la canal como marmóreo, terneza, entre otros, tendemos a pensar que estos animales se pueden comportar de la misma manera en el trópico que como se comportan en sus países pero la cosa no es así porque el mismo clima se encarga de moldear a ese animal para que se dé prioridad inicialmente a su supervivencia”, describe Montero Urdaneta.

Esto quiere decir que un animal proveniente de otro país, no necesariamente puede dar los mismos registros de calidad de carne y leche en Colombia como si los da en su tierra de origen.

“Por eso es que mi lema es que la adaptación debe ir primero, teniendo en cuenta que al hablar de esto uno de los primeros términos que se nos viene en mente es el ganado criollo”, comenta Montero Urdaneta. (Lea: ¿Por qué los ganaderos están usando las razas criollas nuevamente? Responde Ricardo Camacho)

Lo anterior lleva a pensar a que esta es la razón por la cual debe existir un cruzamiento dirigido, pues cada vez se tienen más exigencias para ser eficientes porque hay tierras que han aumentado más su precio, además, “necesitamos tener formas para producir cada vez más en el menor espacio posible porque el aumento de la demanda de crecimiento va en una relación 2 x 2 y en la producción de alimentos va en 2 + 2, entonces claramente estamos en desventaja”, concluye.