¿Por qué las esposas de los ganaderos deben conocer el negocio de la ganadería?

La vida de Clara Cecilia Gutiérrez es una inspiradora narración de fortaleza, dedicación y adaptación frente a las adversidades. Esta ganadera del departamento del Caquetá es un ejemplo vivo de cómo las mujeres pueden enfrentar retos inesperados, asumir roles de liderazgo y convertirse en agentes de cambio en el sector agropecuario. Su historia está profundamente marcada por el amor, la unión familiar y la pasión por la ganadería. (Lea en CONtexto ganadero: Mamás en el sector rural, un ejemplo de pasión y constancia)

Durante 34 años, Gutiérrez estuvo casada con un ganadero visionario y comprometido, quien además ocupó el cargo de Gobernador del Caquetá antes de dedicarse de lleno a la actividad ganadera.

Como esposa, Clara Cecilia Gutiérrez siempre acompañó a su esposo en las fincas, compartiendo los días de trabajo y aprendiendo sobre la dinámica del sector. Su cercanía a las labores del campo permitió que no solo ella, sino también sus hijos, se adentraran en el mundo de la ganadería desde temprana edad, como ella lo menciona a este medio.

Sin embargo, la pandemia trajo consigo una tragedia que marcó un antes y un después en su vida, la pérdida de su esposo. Esta situación, aunque devastadora, fue el punto de partida para que Gutiérrez asumiera el liderazgo del negocio familia, demostrando una vez más que las adversidades pueden convertirse en oportunidades para crecer y transformar.

Tras el fallecimiento de su esposo, Gutiérrez y sus hijos decidieron continuar con el legado familiar. Actualmente, manejan dos fincas con sistemas de producción diferenciados. En una de las fincas, Gutiérrez y su equipo mantienen un enfoque en la producción de leche y en la otra finca se maneja la cría y el levante de bovinos de carne.

El enfoque en la genética

Gutiérrez afirma que, además de estos sistemas de producción, uno de sus hijos lideró la iniciativa de incursionar en un área de gran innovación y potencial como es la comercialización de embriones bovinos.

Aunque al principio algunos de sus colegas consideraban que la genética era solo una moda pasajera, Gutiérrez descubrió que esta tecnología es una herramienta clave para mejorar la productividad y la calidad de los hatos ganaderos.

La incorporación de embriones bovinos ha permitido a su negocio no solo mantenerse competitivo, sino también posicionarse como un referente de innovación en la región. El enfoque en la genética demuestra la capacidad de Gutiérrez y su familia para adaptarse a los cambios y aportar por soluciones modernas que benefician a largo plazo el desarrollo del sector ganadero.

Un mensajes para las mujeres del sector

Gutiérrez no solo lidera su empresa ganadera con éxito, sino que también forma parte de la junta directiva del gremio ganadero del Caquetá, junto con uno de sus hijos. Este logro refleja su compromiso con el fortalecimiento del sector y su disposición para compartir conocimientos y experiencias con otros productores.

A través de su historia, ésta ganadera lanza un poderoso mensaje a todas las esposas de ganaderos y mujeres interesadas en el sector agropecuario: “acompañen a sus parejas, aprendan del negocio y adéntrense en todos los temas relacionados con la ganadería. La vida es incierta, y nunca sabemos cuándo nos tocará asumir el rol de líderes en nuestras empresas”.

Gutiérrez es un ejemplo de cómo el amor por el trabajo, la unión familiar y la capacidad de adaptación pueden transformar los momentos más difíciles en oportunidades para crecer. (Lea en CONtexto ganadero: Cuando la ganadería toca a la puerta, ¿destino o casualidad?)