Ensilaje en canecas, un modelo exitoso en tierras cálidas

El ensilaje en canecas bien cerradas resulta más económico y efectivo que en bolsas plásticas, según la experiencia de Cristian Javier Méndez, un ganadero de Paicol (Huila).

Este municipio tiene una temperatura promedio de 34 grados centígrados y la época de verano suele prolongarse por más de seis meses, por lo que se necesita tener alimento almacenado para evitar la muerte del ganado.

Las lluvias se registran únicamente entre octubre y diciembre y luego entre marzo y abril temporadas que aprovecha para tener 25 toneladas de silo de maíz, el cual siembra en una hectárea y es la comida de un año para diez vacas en plena producción. (Lea: 5 estrategias para preservar silo de calidad en las ganaderías)

Señaló que mientras algunos ganaderos invierten en bolsas de polipropileno que le sirve una sola vez para el ensilaje de maíz y tienen que disponer de espacios cubiertos que brinden condiciones ambientales ideales para su conservación, él mediante unas canecas plásticas ensila comida para sus animales en potrero.

Hace poco más de un año decidió hacer una inversión de $7,5 millones y compró 120 canecas con tapa y aro que las deja herméticamente selladas y se hace el proceso de ensilaje en el mismo potrero donde siembra el maíz. Cada caneca tiene un peso aproximado de 120 kilos de silo y suministra una caneca diaria a los animales

Ha tenido canecas que llevan un año de ensiladas y la comida no ha sufrido ningún deterioro, la temperatura es fresca a pesar del sol que cae sobre esta región, indicó.

Todos los días, antes de llevar sus animales al ordeño, monta su caneca y la coloca en el corral. Cuando se está en época de invierno donde las praderas están en todo su potencial, son vacas que no bajan de 12 litros pero cuando llega el verano reducen su producción a la mitad.

Con la suplementación del silo ha logrado estabilizar la producción de leche y lo más importante es que no se le han muerto animales por hambre y tampoco se deterioran, según manifestó. (Lea: Conozca el paso a paso en la preparación de un buen ensilaje)

El experimento que lleva poco tiempo le ha dado resultados tan satisfactorios que va a seguir comprando más canecas para ensilar.

Aseguró que la practicidad, seguridad y calidad del silo que le brindan estos elementos no tiene precio.

Cuando se destapa una caneca de esas el olor es muy llamativo, como a vinagre y a miel que invita a los animales a consumirlo lo cual significa que se encuentra en buen estado.

Al comparar el proceso que hace ahora con el que hacía antes cuando ensilaba en 800 bolsas plásticas la diferencia es grande y el ahorro muy importante. “Si usted ensila 100 bolsas se le pueden estar perdiendo 40 y está perdiendo plata, mientras que acá con las canecas no se pierde prácticamente nada de comida”.

La bolsa favorece el deterioro rápido del silo y genera mal olor e incluso puede provocar la intoxicación de los animales por la aparición de hongos y bacterias. Así mismo, los roedores rompen las bolsas y el silo se daña porque no puede estar expuesto al aire. (Lea: Aspectos a tener en cuenta en la elaboración del silo para que no se le pierda)

Además, el proceso es mucho más rápido y queda más compactado. En su caso no utiliza melaza porque cosecha el maíz a los 85 días y la misma leche del grano le ayuda a fermentar el silo.