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Por CONtexto ganadero - 03 de Enero 2024
Existen intoxicaciones en bovinos que tienen un nombre peculiar, por lo que es difícil ser identificada por los expertos y productores. Una de estas es la caquexia muscular distrófica, causada por Anamú. Conozca más detalles.
Esta planta se conoce científicamente como Petiveria Alliacea, Plumier, y es altamente identificada en los departamentos de Córdoba, Bolívar, Sucre, Magdalena, Cesar y el Magdalena Medio, aunque también se encuentra en los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Caquetá como menciona Agrosavia en un documento digital.
La caquexia muscular distrófica fue reproducida experimentalmente en 1972 mediante con el suministro a terneros destetos de 3 kilogramos de la planta anamú por cada kilogramo de peso del animal de forma diaria durante 30 días.
En ese momento, mediante necropsia e histopatología se demostraron lesiones de atrofia muscular y daños renales similares a los casos de ocurrencia natural.
El documento de Agrosavia dice que del “anamú se han extraído sustancias volátiles, cuya parte tóxica se asemeja a un carbamato, que es similar a los pesticidas”. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadero, erradique plantas tóxicas que enferman o matan reses)
La experiencia ha mostrado que cuando los bovinos consumen la planta disminuyen los niveles de colinesterasa sanguínea. Además se presentan daños nerviosos y musculares, similares a los que se producen por pesticidas.
Este síndrome afecta principalmente a bovinos de dos meses a un año de edad, y es causado por la ingestión de la planta anamú por parte de los terneros o por las madres lactantes. Se caracteriza por presentar un lento y progresivo desarrollo con síntomas de poca coordinación, doblez de los corvejones con rotación unilateral o bilateral de los mismos, semiflexión de las junturas tarsales o apoyo sobre el dorso. (Lea en CONtexto ganadero: Estas son las características de animales afectados por la enfermedad del músculo blanco)
El tono muscular del animal disminuye y presenta disnea, lo que lo lleva a permanecer echado por largo tiempo.
Además, hay frecuente salivación y eructos; la carne y la leche de los animales que ingieren anamú tienen mal olor y sabor, por lo que son rechazados por los consumidores; no olvidando que los bovinos disminuyen de peso y de volumen en sus masas musculares.
Los expertos recomiendan que el primer paso es identificar la planta anamú en el predio, para luego evitar el sobrepastoreo en los potreros con abundante maleza.
Una vez se tenga un animal afectado, se deben apartar estos bovinos de los sanos, para luego consultar con un profesional, que es quien debe recetar o determinar el paso a seguir.
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