De acuerdo con Orlando Pacativa, gerente de la Cooperativa Agropecuaria de Sotaquira, Cooagrosotaquirá, cada vez más productores están cambiando sus vacas lecheras para dedicarse a la ceba. Esto se debe al bajo precio de la leche y a la falta de apoyo del Gobierno. El líder gremial indicó que varios asociados a la Cooperativa decidieron cambiar de negocio porque ya no tenían rentabilidad. Mientras que algunos decidieron vender todas sus vacas, otros vieron en la ceba una oportunidad de negocio. “Una novilla está costando entre $3 y $4 millones. El precio se ha mantenido aunque uno puede conseguirlas más baratas si no tienen registro ni vacunas contra brucella o tuberculosis”, contó Pacativa. (Crónica: De cómo un productor de leche decidió cambiar al negocio de la carne) El gerente de Cooagrosotaquirá expresó su preocupación por el cambio de negocio
De acuerdo con el gerente, este fenómeno ha generado preocupación en la región, porque se ha visto cómo hay más ganaderos que optan por cambiar de negocio. Aunque no tiene certeza de cuántas personas lo han hecho, señaló que el número va en aumento. Pacativa atribuyó este cambio a la baja rentabilidad que representa el negocio. A diferencia de la ceba, los productores deben destinar más recursos a la compra de alimentos y a la mano de obra. A la hora de evaluar la utilidad, se dan cuenta que la lechería deja menos réditos. “El negocio de la leche es de centavos, adicionalmente la mano de obra sube y los insumos también. La parte más crítica es que no tenemos relevo generacional, los jóvenes ya no se quedan en el campo y ya no quieren trabajar en esto”, precisó. (Lea: Productores de Boyacá siguen afectados por verano y heladas) Hace unas semanas, CONtexto ganadero conoció la historia de Antonio Martínez, un ganadero de en Chiquinquirá que hace 6 años tomó la misma decisión por la cual muchos de sus colegas se están inclinando hoy en día. Para él, la industria no tiene en cuenta el precio fijado por el Gobierno y paga la leche a su acomodo. Además, los costos son menores y las labores diarias son mucho menos extenuantes que en el trabajo de carne. “Para la carne no se necesitan concentrados ni mucha mano de obra, el trabajo no es tan dispendioso como el de la leche, que debe hacerse todos los días”, sostuvo. (Informe: Producir leche en Colombia, un negocio cada vez menos rentable) Sobre el costo del ganado, Pedro José Cely, gerente de la Cooperativa Agroempresarial Cooagroleche, en Socha, reveló que debido a los embates del verano, muchos ganaderos vendieron sus reses a precios irrisorios. Ahora que comenzó la época de invierno y el comercio se ha estabilizado, resulta mucho más costoso recuperar los ejemplares perdidos. “El ganado se vendió muy barato y ahora está bastante caro”, afirmó. Cely explicó que la sequía influyó en la baja de la producción de leche, lo que también ha desmotivado a los propietarios de ganado a continuar en este negocio. (Lea: Colanta desestimula producción de leche para promover negocio de carne) Esta situación resulta cuando menos paradójica, pues Boyacá concentra una de las 4 principales cuencas del país y además cuenta con recursos del Conpes lácteo, que este año fue retomado por cuarta ocasión. Sin embargo, para el gerente de Cooagrosotaquira es inquietante que el cuarto Conpes haya tenido recortes presupuestales y solamente se vaya a centrar en la producción de alimento para el ganado para ese municipio. “El Gobierno se concentró en la siembra de comida, en este caso de 2 hectáreas de avena para la cooperativa, pero creo que se descuidó la asistencia técnica, las Buenas Prácticas Ganaderas y la asociatividad”, sentenció Pacativa.