Reforestación agroecológica: siga estos pasos para un procedimiento exitoso

Esta práctica ofrece una solución integral que promueve la coexistencia armoniosa entre la producción agrícola y la conservación del entorno natural. (Lea en CONtexto ganadero: La reforestación como herramienta clave para recuperación de suelos)

A diferencia de la reforestación convencional, que a menudo se enfoca en monocultivos comerciales o especies exóticas, la reforestación agroecológica busca restablecer la diversidad biológica y funcional de los ecosistemas, incorporando árboles y arbustos que brinden servicios ecosistémicos y beneficios tanto para los productores como para la naturaleza.

En un documento elaborado para la Uniminuto por Camilo González Martínez, Daniel Augusto Acosta Leal, Ricardo Guzmán Ruiz y John Rodríguez Gil, se menciona que para lograr una reforestación agroecológica exitosa, se necesita de un procedimiento general compuesto de 15 pasos, de tal manera que se pueda minimizar el riesgo de pérdida de material forestal y de recursos.

“Estos pasos se recomiendan en determinado orden para alcanzar el éxito del proceso y aprovechar al máximo el tiempo, los insumos y los demás elementos requeridos, optimizando a su vez las diferentes actividades necesarias durante el desarrollo de la reforestación agroecológica”, explican los profesionales. (Lea en CONtexto ganadero: Los tipos de reforestación y consideraciones al aplicarla)

A continuación se mencionan los pasos:

1. Alistamiento de las herramientas, materiales e insumos: Las herramientas necesarias para hacerlo son las palas, azadones, barretones, barras, machetes, hilaza, ahoyadora, agronivel o nivel, abono orgánico, cinta métrica, estacas, regaderas o equipo de riego, individuos forestales.

2. Ubicación del área de siembra: Este paso permite hacer la planeación de actividades, considerando las características del terreno, la inclinación, el desplazamiento del equipo de trabajo, el transporte del material vegetal, la disponibilidad en campo de insumos, los materiales y herramientas y finalmente las condiciones para el riego.

3. Preparación, adecuación y limpieza del terreno: Este paso consiste en el retiro de arvenses, residuos, escombros y demás elementos obstructivos del área donde se realizará la plantación de los individuos. González Martínez, Acosta Leal, Guzmán Ruiz, Rodríguez Gil señalan que “el propósito es generar un espacio adecuado y un ambiente favorable para el establecimiento de los futuros árboles”.

4. Trazado: Hace referencia a las distancias de plantación y a la distribución geométrica sobre el terreno.

5. Plateo: Consiste en la erradicación de arvenses y prados en un radio mínimo e un metro de estaca central y deberá ser ejecutado con azadón o alguna herramienta manual, para despejar así completamente el área de trabajo para cada individuo.

6. Ahoyado: Consiste en la elaboración de un hoyo para plantar cada individuo forestal, con medidas recomendadas de 70 cm x 70 cm x 70 cm, garantizando una profundidad efectiva media de 0.80 m a 1 m.

7. Altura y calidad del material vegetal: El material vegetal deberá encontrarse en perfecto estado morfológico y sanitario y debe presentar una buena rigidez en la hoja y el tallo.

8. Aplicación de abonos orgánicos: González Martínez, Acosta Leal, Guzmán Ruiz, Rodríguez Gil afirman que es “indispensable contar siempre con abono. Se recomienda que sea de origen orgánico, sólido preferiblemente, procesado en el área de influencia o, dado el caso, en sus inmediaciones”.

9. Traslado de las plantas a sembrar: Se debe tener el material vegetal en un lugar seguro, libre del sol directo y el agua lluvia. El ideal es que los individuos provengan de un vivero, porque garantiza que es un material vegetal sometido a un bajo estrés hídrico.

10. Plantación: Se debe hacer considerando, primero, que la base del tallo se encuentre a la misma altura que el nivel de la superficie del terreno. Luego se debe garantizar que todas las raíces queden cubiertas y la planta justo en el centro.

11. Aplicación de cobertura muerta alrededor del tallo: Consiste en colocar material vegetal muerto alrededor del tallo, lo que permite la retención de una mayor cantidad de humedad y genera un ambiente favorable a la superficie del suelo y el desarrollo de microorganismos benéficos.

12. Riego: González Martínez, Acosta Leal, Guzmán Ruiz, Rodríguez Gil sostienen que “se debe suministrar el riego suficiente a los individuos en el momento de la siembra, para humedecer el suelo y así generar interacciones que permitan una mayor disponibilidad de los nutrientes para la planta”.

13. Manejo de residuos: Todos los residuos deben ser recogidos y dispuestos adecuadamente, por lo que se recomienda llevar algunas bolsas para la recolección y disposición en los lugares correspondientes.

14. Tareas de mantenimiento: El plan de mantenimiento comprende labores como riego, replante, replateo, fertilización, poda, protección, etc.

15. Seguimiento y compromiso: Según González Martínez, Acosta Leal, Guzmán Ruiz, Rodríguez Gil, “esta tarea otorga un sentido de pertenencia y permite comprender la importancia de la siembra de árboles para nuestro presente y futuro, lo que a su vez genera apropiación social de los árboles, del bosque, del ecosistema y del territorio”.