Para tener en cuenta
El Gobierno, apurado por su impopularidad y presionado por la guerrilla, cedió en muchos temas que no puede cumplir, y no va a cumplir.
La política desfigura
En Colombia, los hombres públicos han cruzado todos los límites aceptables.
¿Gobernar es decidir?
Gobernar es decidir sobre opciones, muchas veces inconvenientes. Rara vez el estadista puede escoger entre una opción impecable y una indeseable.
El fracaso de la política
La decisión del pueblo británico de abandonar la Unión Europea es un maravilloso ejemplo del fracaso de la política. El Reino Unido es la democracia más desarrollada del mundo, con un elector maduro y unas instituciones transparentes.
El mundo está loco, loco
Pocos, hoy, han visto la divertida película de Stanley Kramer de 1963, El Mundo está loco, loco, loco, con Spencer Tracy. Pues el mundo está loco, loco.
Primera víctima de la paz
mera víctima del proceso de paz es la legalidad. Antes de que se firme el acuerdo, ya se ha entregado la separación de los poderes con la ley habilitante.
Se acabó el recreo
Las últimas semanas han sido un respiro para el Gobierno, y sobre todo para el equipo económico. El repunte del precio del petróleo ha traído una caída de la tasa de cambio. El mejor predictor del precio del dólar es el comportamiento del WTI.
El costo del desgobierno
Las últimas semanas han sido de asambleas de empresas. Los resultados del año anterior no fueron malos. Pero hay consenso en que este 2016 será muy regular.
Un desastre
Pasó desapercibido el excelente informe publicado por la sección económica de El Tiempo, el pasado 14 de marzo, sobre el comportamiento del sector agropecuario. Al igual que sucede con el comercio exterior y la industria, las cifras son un desastre, pues confirman que la política sectorial también ha fracasado estruendosamente.
Al oído de las Farc
Dado que el primer punto de la agenda de La Habana es el agrario, valdría la pena que aprovechásemos la circunstancia para que el país por fin escale los temas de política agropecuaria. Sería irónico que el Estado termine definiendo en La Habana un conjunto de medidas a favor del campo que no han sido implementadas y que se reclaman desde hace décadas.