La razón es que los períodos prolongados de verano hicieron que el suelo perdiera humedad y la concentración de nitrógeno en la tierra aumentara, por lo cual los pastos se llenaban de este elemento una vez comenzaban las lluvias. En marzo comenzaron a conocerse los primeros reportes de intoxicación, de parte de médicos veterinarios y productores de la región del valle de Ubaté, en municipios de Boyacá y Cundinamarca. Aunque ya habían advertido sobre esta problemática, ninguna entidad les prestó atención ni atendió sus razones para evitar el grave impacto que tuvo en la economía de la zona. (Lea: Por negligencia de Fiduagraria mueren más bovinos intoxicados con nitratos) Ernesto González, médico veterinario que trabaja en esa región, fue uno de los que alertaron sobre la problemática y repartió volantes informando a los ganaderos sobre las consecuencias que traerían las lluvias luego de un período prolongado de sequía. Según explicó, la región del Valle de Ubaté y Chinquinquirá es vulnerable porque sus terrenos son muy fértiles y tienen una alta presencia de nitrógeno, lo que contribuye al crecimiento de los pastos. Con el intenso verano de finales de 2015 y los primeros meses de 2016, hubo un aumento del nutriente en los suelos, y una vez llegaron las lluvias, la raíz de los pastos absorbió el elemento que se distribuyó por toda la hoja. (Lea: 5 formas de evitar intoxicaciones en bovinos por nitratos en pastos) Cuando la vaca digiere estos nitratos, se transforman en nitritos en el estómago y son absorbidos. Al ingresar por el torrente sanguíneo, impiden que la hemoglobina capte el oxígeno, lo que produce la muerte del bovino en cuestión de horas. Otra de las causas es que los productores emplean fertilizantes nitrogenados o herbicidas que incrementan la cantidad de nitratos en los pastos. También se debe a la cercanía de la zona a la laguna de Fúquene, que genera acidez en el suelo, así como los bajos niveles de calcio que ayudan a contener la presencia del nitrógeno. En aquella ocasión, más de 2.000 bovinos murieron de forma súbita o luego de un corto período, por efecto de la intoxicación por nitratos. (Lea: Situación del FNG frustra proyectos ganaderos en Boyacá y Cundinamarca) La situación se repitió en agosto, cuando volvieron a caer algunos serenos luego de que los meses de junio y julio hubieran estado secos. Esta vez más de 100 rumiantes murieron en municipios como Chiquinquirá, Ráquira y San Miguel de Sema en Boyacá, y Guachetá y Simijaca en Cundinamarca. Lo más grave es que habrían podido evitarse muertes, pues la Asociación de Ganaderos del Altiplano Cundiboyacense, Asogaboy, en conjunto con profesionales del Fondo y expertos de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, presentaron el proyecto ‘Alertas tempranas y prevención por intoxicación de nitratos en bovinos ubicados en el valle de Ubaté y Chiquinquirá’. Con dicho plan se buscaba hacer mediciones en los suelos y los pastos para tener precisión del porcentaje de nitratos y emprender acciones para evitar una mayor mortandad. El proyecto se habría ejecutado durante un mes y habría costado $35 millones. Sin embargo, la iniciativa quedó truncada por la decisión de liquidar el Fondo Nacional del Ganado, FNG, así como la negligencia de los funcionarios del Ministerio de Agricultura y la Sociedad Fiduciaria de Desarrollo Agropecuario, Fiduagraria, entidad que administraba el Fondo desde enero de este año. Según fuentes consultadas por CONtexto ganadero, directivos de Fiduagraria se rehusaron a apoyar la iniciativa porque, según ellos, “no hubiera servido para nada”. (Lea: 2.000 vacas muertas por nitratos y MinAgricultura no actúa) De hecho, aseguraron que Yesid Jiménez, asesor de Ganadería en el Ministerio de Agricultura, fue el que manifestó que el proyecto no habría tenido utilidad y coincidieron en que el funcionario no tiene el conocimiento para manejar estos temas. Tanto expertos como ganaderos coincidieron en afirmar que si el proyecto se hubiera llevado a cabo desde esa época, el problema de muertes por nitratos habría podido mitigarse. Por ahora, los productores cuentan con los volantes repartidos por el Fondo Nacional del Ganado, FNG, en donde están consignadas recomendaciones para evitar muertes como hacer el pastoreo en horas de mayor radiación solar, cuando se ha reducido el nivel de toxinas en las pasturas. Se espera que con la llegada del invierno esta situación no vuelva ocurrir de la misma forma en que se presentó este año. En todo caso, es evidente que se deben implementar planes de mitigación para prevenir un nuevo caso de intoxicación masiva por nitratos.