Las autoridades nacionales están a punto de poner en marcha el piloto del sistema de identificación y seguimiento en la zona exportadora en el norte de Colombia. Este mecanismo es clave para ingresar a mercados de alto valor, como Estados Unidos, donde es un requisito sanitario obligatorio.

El Gobierno nacional está próximo a definir el inicio del sistema de trazabilidad bovina, un requisito fundamental para acceder a mercados internacionales exigentes. Comenzará con un piloto en la “zona de comercio”, que comprende los departamentos de Atlántico, Córdoba, Magdalena, Sucre y partes de los departamentos de Antioquia, Bolívar y Chocó.

Augusto Beltrán Segrera, secretario técnico del Fondo de Estabilización de Precios (FEP) de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), explicó que la trazabilidad es un requisito obligatorio para todos los bovinos y debe aplicarse desde su nacimiento hasta su beneficio en los frigoríficos.

“La trazabilidad será un proceso de obligatorio cumplimiento que deberá iniciar cada productor. Debe identificar a sus bovinos desde el momento del nacimiento del animal y durante toda su vida en su evolución natural hasta que sea sacrificado en la planta de beneficio”, precisó. (Lea en CONtexto ganadero: Cinco ventajas de implementar un sistema de trazabilidad alimentaria en la ganadería)

La trazabilidad animal es un sistema de identificación y seguimiento que permite registrar y controlar el historial de cada semoviente desde su nacimiento hasta su destino final. A través de dispositivos como chapetas en las orejas o microchips, se documentan datos clave como su origen, genealogía, características, alimentación, vacunación, movimientos y tratamientos veterinarios.

Este mecanismo es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria, prevenir y controlar enfermedades, brindar transparencia al consumidor y facilitar el acceso a mercados internacionales que exigen altos estándares sanitarios.

De otro lado, cabe destacar que la zona de comercio es una de las cuatro áreas establecidas por las autoridades colombianas y reconocidas por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) tras la recuperación del estatus de país libre de fiebre aftosa en febrero de 2020.

Esta separación permite que si se llega a presentar un nuevo caso o brote de la enfermedad en Colombia, la OMSA no suspenda el estatus de todo el país, sino únicamente a la zona afectada, permitiendo que el comercio y el tránsito de animales continúen con normalidad en las demás áreas.

“La zona de comercio es la única que podrá exportar a EE. UU. Por tanto, es preciso comenzar rápidamente a trazar los animales cuya carne se va a enviar a ese país, para que sean identificados de manera inmediata”, agregó el secretario técnico del FEP. (Lea en CONtexto ganadero: Culminó inspección de EE.UU. a plantas de beneficio: ahora, a esperar el veredicto)

La trazabilidad es una barrera técnica que garantiza la seguridad sanitaria y ambiental de la carne exportada al país de destino. Es una prueba de que el producto adquirido cumple con los requisitos en materia de calidad e inocuidad que demanda su mercado interno.

Estados Unidos exige este control para verificar que los productos provienen de zonas libres de fiebre aftosa, con condiciones ambientales adecuadas y sin impacto en la deforestación. De este modo, Colombia sigue avanzando en su propósito de abrir este mercado para la carne nacional en los próximos meses.