Uno de los problemas más graves que enfrentan los empresarios de Antioquia y Córdoba son las constantes amenazas de grupos ilegales que cobran 'vacunas' sin que las autoridades hagan algo para ayudarlos. Además de graves dificultades como el abigeato, el abuso de la industria láctea, las fallas eléctricas y las demoras con la expedición de guías en el ICA, los ganaderos de esta zona también deben lidiar con la extorsión, debido a la falta de atención del Estado Para Nicolás Otálora*, productor de Antioquia, la situación se ha vuelto “imposible” por el asedio de los criminales que extorsionan tanto a propietarios de fincas como a viajeros que transitan por las carreteras. “En el límite entre Antioquia y Córdoba, llegando a municipios como Planeta Rica, hay mucha presencia grupos insurgentes, especialmente del clan Úsuga”, señaló. (Lea: ELN sigue extorsionando a productores en el sur de Bolívar) Otálora hace referencia a los antiguos miembros de grupos al margen de la ley, que no se acogieron a la Ley de Justicia y Paz duante el mandato del expresidente Álvaro Uribe, quienes decidieron operar por su cuenta, lo que dio como origen a las denominadas bandas criminales o bacrim. Por su parte, Jorge Pelayo*, propietario de una finca de esa zona, comentó que este flagelo afecta a toda la población, sin importar su condición social, y que no han valido los esfuerzos del Ejército y el Gaula. De hecho, se atrevió a denunciar que muy pocas veces acuden a la Policía porque muchos de sus miembros fueron sobornados para no adelantar operativos. (Lea: Este fue el panorama de extorsiones en Colombia el año pasado) “Nosotros confiamos más en el Ejército que en la Policía, porque hemos evidenciado casos de funcionarios corruptos, mientras que los soldados, no. A veces ellos (los criminales) llevan fusiles y la Policía no los detiene”, sostuvo Pelayo. El ganadero reveló que muchos de estos criminales se pasean por el pueblo con libretas en la mano, anotando quién y cuánto les debe, e incluso van a la zona rural a hacer los cobros en fechas específicas para cada campesino. De igual manera, cuestionó la actuación de los jueces de la capital cordobesa que han dejado en libertad a personas que portaban fusiles. (Lea: Expresidente Uribe denuncia inseguridad en suroeste antioqueño) Según Pelayo, tanto hombres como mujeres, miembros del clan Úsuga, extorsionan en una gran zona que comprende los municipios de Caucasia y Tarazá en Antioquia, y Buenavista, Montelíbano, Montería y Planeta Rica en Córdoba. Aun cuando han sentido el abandono del Estado, reconoció que gracias al Ejército, se han capturado o dado de baja varios miembros del grupo ilegal, pero siempre hay jóvenes dispuestos a delinquir cuando les ofrecen cualquier sueldo. “La verdad no son muchas personas, sino que su accionar se basa en generar miedo y alcanzar a amedrentar a todos. Hace como mes y medio mataron a un ganadero dentro de su finca porque él se opuso a pagarles, entonces lo esperaron a que llegara a su casa y lo asesinaron”, afirmó. Por esta razón, los productores han optado por pagar una cuota mensual, de $400 mil o a veces más, para evitar correr con la misma suerte. (Lea: Bandas criminales generan pánico entre los ganaderos cordobeses) El productor lamentó que a raíz de esta situación, los habitantes de la región han tenido que acostumbrarse a vivir atemorizados y aprendido a convivir con el flagelo de la extorsión. “Uno es amante del campo y por eso se enfrenta a esta realidad todos los días. Claro que uno tiene la esperanza de que esto pueda cambiar muy pronto”, remató. *Nombres cambiados a petición de las fuentes.