Ganaderos denuncian que esta guerrilla siguió extorsionando en las zonas rurales de los municipios de Arenal y Morales, a pesar de que el Ejército dio de baja al jefe del frente que operaba en esa región.   El pasado 9 de diciembre, en un operativo conjunto entre el Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía, fue abatido en combate alias ‘Gonzalo’, considerado el máximo jefe del frente Luis José Solano Sepúlveda de la guerrila del Ejército de Liberación Nacional, ELN.   El enfrentamiento se dio en área rural del corregimiento de Mico Ahumado, en el municipio de Morales, Bolívar. En esta zona, los campesinos y propietarios de fincas se han acostumbrado a la extorsión sistemática y constante de ese grupo armado en los últimos años. (Lea: Ganaderos de Bolívar se sienten desamparados ante extorsión del ELN)   Con la muerte del cabecilla, muchos creyeron que las amenazas de los guerrilleros se acabarían. Sin embargo, según el ganadero Gerardo Piedrahíta Muñoz*, no pasó más de un mes para que los criminales volvieran a hacer de las suyas.   “Parece que los subalternos de ‘Gonzalo’ siguieron con el negocio de mandar boletas y recordándole a todo el mundo que deben pagar impuesto. (…) La boleta es para recordarnos que subamos a hablar con ellos en Mico Ahumado para cuadrar los impuestos. A mí por ejemplo me dijeron que tengo unos pagos pendientes con ellos”, dijo.   Piedrahíta calificó a los guerrilleros como “sinvergüenzas”, porque “tienen el descaro de actuar como si tuvieran oficina”, citando a los campesinos en una casa del corregimiento. (Lea: Gobierno y ELN iniciarán diálogos de paz el 7 de febrero en Quito)   La gente se ha desplazado a Mico Ahumado y ha pagado el cobro de la extorsión ante la presión de los bandidos. Ellos temen las represalias que puedan tomar contra sus familias y sus bienes, pues si no cumplen con el impuesto, pueden robarlos o incluso prender fuego a viviendas y máquinas.   El ganadero pagó una suma de $8 millones en 2016, pero dejó un saldo pendiente, pues el cobro total era de $20 millones. Hoy en día, con el inicio de un nuevo año, el ELN le está exigiendo el pago de $32 millones, que comprenden los $12 millones faltantes y el impuesto de este 2017.   “A mí me ha tocado pagar porque han bajado uniformados con fusil a las fincas a decir que si no les tenemos la plata, nos queman todo, maquinaria y casas, todo. Los trabajadores míos me presionan, me preguntan qué van a hacer porque de pronto les ponen una bomba”, contó. (Lea: Así fue el accionar de las Farc y el ELN en 2016)   Alfredo Molina Vásquez*, productor de la zona, confirmó que el ELN estaba extorsionando a varias personas con boletas donde piden un pago dependiendo de la capacidad económica de cada productor, de mínimo $1 millón.   “A mí no me ha llegado (la boleta), pero sí sé de vecinos que han recibido la boleta donde les exigen una cuota”, comentó. (Lea: Este fue el panorama de extorsiones en Colombia el año pasado)   La queja de los campesinos se debe a la falta de control por parte de las autoridades, en especial de la Policía. En varias ocasiones, ellos han denunciado que la policía del municipio de Morales opera únicamente en el casco urbano y se abstiene de salir de allí.   En el caso de Piedrahíta, el ganadero interpuso la denuncia por amenaza y extorsión desde hace varios meses. De hecho, contó que la primera vez que avisó a las autoridades fue el 9 de diciembre de 2015, un año antes de que dieran de baja a alias ‘Gonzalo’.   “Parte del problema con el ELN es que hay un territorio demasiado grande donde no hay presencia de Policía. Ejército sí hay, pero tiene otras funciones que las complementa la Policía. A los soldados se les pasan delincuentes porque no tienen las herramientas para detenerlos o requisarlos”, dijo.   CONtexto ganadero intentó comunicarse con el comandante de la estación de Policía en Morales, Bolívar, para conocer el manejo que se le viene prestando a esta situación, pero no atendió nuestra llamada.   * Nombres cambiados por petición de las fuentes