Ganaderos que solicitaron el servicio de trazabilidad bovina, IdentifICA, aseguran que el programa es deficiente no solo se da por las fallas en la atención a los usuarios sino también por equipos defectuosos.   Alfredo Díaz Lizarazo* es un importante ganadero del Valle del Cauca que solicitó el servicio de identificación de su ganado hace más de un año. Al cabo de ese tiempo, el productor solo tiene palabras de decepción a la hora de expresar su opinión sobre el programa.   “Las chapetas no sirven porque se caen mucho. Las pusieron una vez y el hombre no volvió, nunca lo pudimos conseguir. Lo ideal era que nosotros tuviéramos las etiquetas e hiciéramos las marcas pero no resultó. Yo no vuelvo a participar en eso”, sentenció. (Lea: Ganaderos no trazan animales por falta de seguimiento del ICA)   El ganadero manifestó su enojo por la falta de seguimiento y la displicencia del personal que alguna vez lo atendió y jamás volvió a su finca. Para él, no tiene ningún sentido continuar con el proceso si no hay control.   Su molestia también se debe a que las chapetas que se colocan en las orejas de los animales son de “pésima calidad”. Son dos dispositivos, uno con un chip y una etiqueta plástica, que se caen continuamente y se dañan porque se enroscan o se quiebran.   “Ya ha pasado año y medio desde que las pusimos. A los 3 meses volvimos a llamar al contratista del ICA, que no era empleado de planta sino que le pegaban por etiqueta puesta. Como nunca más volvió, entonces tenemos animales de año y medio que no tienen orejera”, dijo.   Según Díaz Lizarazo, el 20 % del inventario bovino que fue identificado ya no cuenta con las marcas, al igual que el resto de los animales que llegaron a su finca. (Lea: Demoras en trazabilidad siguen preocupando al sector ganadero)   Javier Barbosa, presidente del Comité de Ganaderos de Arauca, confirmó que la calidad de las chapetas no está acorde con las exigencias de las explotaciones extensivas, que corresponden a la gran mayoría de fincas del país.   Observó que factores como el calor o las ramas de los árboles hacen que las chapetas se caigan de las orejas de los animales, que están expuestos continuamente a la radiación solar o se desplazan por las praderas.   “Toca revisar los animales a cada rato y el que no tenga chapeta, volverlo a identificar. Si se va a hacer un programa de trazabilidad, no habrá seguimiento porque se va a cambiar de número y el propietario no se da cuenta ni qué número tenía el animal”, explicó. (Lea: 4 años de trazabilidad administrada por ICA sin avances significativos)   Barbosa reconoció que los ganaderos han fallado en ciertos aspectos, como solicitar el listado de las chapetas o hacer el inventario de sus semovientes bovinos en el ciclo de vacunación.   El presidente del Comité de Ganaderos de Arauca habla sobre las fallas del IdentifICA.