Un sinnúmero de productores en Colombia, especialmente de la Costa Caribe están tomando la decisión de constituir organizaciones o unirse a entidades campesinas para defender sus derechos y contar con el apoyo de sus colegas y así evitar pacíficamente desalojos injustos.   Enuar Redondo Martínez, agricultor y ganadero, representante de la Asociación Nacional de Despojo del Estado, Asovides y quien además de ser una víctima, se considera un defensor de aquellos que como él están sufriendo por el proceso y mala la aplicación de Ley.   Aseguró que la única alternativa que los trabajadores del campo tienen ante la injusticia que está cometiendo el Ejecutivo con todo el tema de Restitución es unirse.   "La unión hace la fuerza y esta es la solución que hemos encontramos para no ser nuevamente despojados, esta vez por el Estado. Esta iniciativa nos ha venido dando resultados. Si no lo hubiéramos hecho yo creo que ya a todos nos habrían sacado de nuestros predios y robado nuestros patrimonios", aseveró. (Lea: Uso indebido de Ley de Víctimas perjudica a dueños legítimos de tierra)   Redondo Martínez explicó que el movimiento pacífico para oponerse, resistirse y no entregar los predios inició con la unión de los campesinos de Bolívar y Sucre.   Apuntó que de manera organizada les comunicaron e invitaron a sus colegas de Magdalena y del Cesar para que hicieran parte de la iniciativa y de esa manera fueran fortaleciendo las entidades que se han creado para defender los derechos de aquellos que no conocen o saben muy poco acerca de leyes.   El representante de Asovides manifestó que el próximo lunes 18 de julio se tienen programados unos desalojos en Copey, Cesar, de 2 predios pertenecientes a sendos productores de palma. Sostuvo que a raíz de ello, cientos de campesinos se van a desplazar en buses desde otros departamentos hacia ese lugar para oponerse y no permitir que se tengan que entregar las propiedades. (Lea: Ganaderos son víctimas del programa de restitución de tierras)   "Nos vamos a seguir resistiendo de forma pacífica. Nos resistimos a dejarnos robar por el Estado. Esta es una situación terrible y dolorosa. Nosotros estamos viviendo momentos peores de los que pasamos con la presencia de los grupos al margen de la Ley”, lamentó.   El líder invitó a los productores de Colombia y del Caribe a unirse y a movilizarse, para fortalecerse aún más y brindar un respaldo a sus colegas, pues no saben cuándo les llegue el turno a ellos mismos y sean victimizados nuevamente por cuenta de la Ley.   José Luis Ochoa Marriaga, palmicultor ubicado en el municipio de Copey, Cesar, y uno de los propietarios de una de las fincas que fue notificada para desalojo el 18 de julio, contó que su padre fue quien compró la parcela con la liquidación que obtuvo luego de trabajar durante 23 años en una empresa, arregló el terreno y sembró palma. (Lea: A los 80 años, campesino fue despojado de predio en Sabana de Torres)   Detalló que luego de que empezó el problema con la reclamación de la propiedad, su papá fue encontrado sin vida en la misma finca y se desconoce si fue asesinado o si se suicidó por la presión de las deudas que le hubieran quedado si le quitaban su patrimonio.   “Estamos discutiendo con la persona que reclamó en un principio el predio a pesar de que lo vendió, pues él nunca fue despojado por mi papá, sus hijas crecieron y terminaron sus estudios en el Copey. Lo último que supimos es que el reclamante ya no quiere tierras sino dinero, y al parecer nuestra parcela se la van a dar a otra persona”, afirmó. (Lea: Lafaurie recorre el país para revelar las 3 amenazas del sector rural)   Ochoa Marriaga declaró que él y su familia son víctimas del Estado porque los quieren despojar. Precisó que a mediados de junio llegaron a sacarlos de su predio y se opusieron pacíficamente y que el próximo lunes 18 de este mes, los miembros de la Unidad van a ir nuevamente a sus tierras a sacarlo, pero que él y cientos de campesinos que lo apoyan y respaldan no lo van a permitir.   El campesino expresó que su predio es lo único con lo que cuenta su familia y que de allí derivan su sustento pues en la parcela tienen un proyecto productivo de palma, que se pudo hacer realidad a través de un crédito. Aseguró que si le llegaran a quitar sus tierras no solo los dejarían en la calle, sino sin la posibilidad de seguir pagando la deuda con el banco.   Los diferentes miembros del sector expresaron que tienen una gran preocupación y es la estigmatización de la que están siendo objeto por parte de los miembros de la unidad de Restitución, quienes se refieren a los campesinos de bien que se oponen a entregar lo único que tienen como paramilitares. (Lea: Indignación por afán de Unidad de Restitución en mostrar resultados)   Pequeños y medianos productores temen que por cuenta de esos calificativos y de la situación que aún se vive en ciertas zonas con la presencia de grupos al margen de ley, sean declarados objetivos militares y sus vidas corran peligro.   Como estos, los casos se cuentan por miles en el país. Aunque se han venido lanzando alertas, gran parte de la población que se encuentra en los campos de Colombia parece no haber dimensionado la magnitud de un problema que con el paso del tiempo podría llegar a ser de inmensas proporciones. Si usted es víctima o quiere reportar algún caso escríbanos al correo info@contextoganadero.com.