La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, lidera el proyecto para reubicar las 110 curtiembres que contaminan el río Bogotá. Gladys Mercedes Gaitán, directora del servicio al cliente de las Empresas Públicas de Cundinamarca, explicó uno de los 3 componentes del Ecoparque Industrial, el proyecto de la planta de tratamiento de las aguas residuales de las curtiembres. “Nosotros como Empresas Públicas hicimos el convenio 1197 con la CAR, del cual se derivaron unas obligaciones. En este momento, la CAR ha cumplido con lo que le corresponde y ha aportado un lote que queda ubicado entre Chocontá y Villapinzón”, señaló. Gaitán hizo referencia al predio de la vereda Chingacio, que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca adquirió en 2014. En este lote de 70 hectáreas, se instalará la planta de tratamiento de aguas residuales industriales. “Ese el aporte que hace la CAR hasta el momento. Nosotros estamos interesados en el tema y como una oportunidad de negocio hemos diseñado y estructurado un sistema de tratamiento para el área”, agregó. (Lea: Inquietudes de ganaderos para Plan de Desarrollo en Cundinamarca) Escuche las palabras de Gaitán
La planta está siendo diseñada de tal manera que en principio pueda atender a las 110 curtiembres de los municipios de Chocontá y Villapinzón, con la proyección de aumentar su capacidad en el futuro. “De acuerdo con el convenio, estamos esperando directrices de la Corporación Autónoma Regional, una vez nosotros le radicamos la propuesta al final del año pasado (2015). Nosotros realizamos un diseño y le pusimos algunos números, algo muy macro para plantear las probables fuentes de recursos entre las que nosotros como Empresas Públicas estaríamos aportando por lo menos el 50 %”, indicó la funcionaria. Gaitán declaró que aún no cuentan con el presupuesto exacto para el Ecoparque. Sin embargo, según estimaciones de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas, Acicam, que contrató una investigación de la firma española Inescop, la planta costaría entre 12 y USD15 millones. Laura Castro Ramírez, coordinadora en Cundinamarca de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, URDG, del Fondo Nacional del Ganado, FNG, afirmó que inicialmente se instalaron unas plantas de aguas residuales más pequeñas en las curtiembres. (Lea: Negocio de curtiembres podría desaparecer en Cundinamarca) “Después de esas iniciativas, lo que quiso la Gobernación anterior fue crear el Parque Industrial del Cuero, y dentro de ese, hacer todas las instalaciones para que todas las personas que están en las curtiembres trasladen allí sus centros de producción”, aclaró. Con todas las empresas en un solo sitio, la planta de aguas residuales controlará que los vertimientos al río Bogotá sean mínimos, tan pronto entre en funcionamiento. (Crónica: Curtiembres, un negocio amenazado por los TLC) “El tema de las curtiembres es que utilizan muchos químicos y también dejan residuos sólidos que no pueden ser manejados como anteriormente se hacía. Lo importante es que todos realmente hagan parte del cambio que se necesita en el proceso de vertimiento de aguas al río Bogotá”, expresó Castro Ramírez.