Durante el debate citado por la representante María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, se desvelaron casos que han quedado impunes. La sesión se declaró abierta de forma permanente.
En el recinto de la Comisión Primera Constitucional de la Cámara, la representante por el Centro Democrático María Fernanda Cabal citó a un debate de control político para abordar la problemática que existe en Colombia sobre la restitución de tierras.
Al recinto asistieron, Ricardo Sabogal, director de la Unidad de Restitución de Víctimas; Juan Pablo Díaz-Granados, viceministro de desarrollo social del Ministerio de Agricultura; Rodolfo Palomino, director de la Policía Nacional de Colombia; César Augusto Patarroyo, del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder; María Eugenia Morales, directora encargada de la Unidad de Protección de Víctimas; además de parlamentarios de las diferentes bancadas.
En la presentación del debate, Cabal dio a conocer pruebas sobre cómo la Ley de Restitución de Víctimas ha afectado a los campesinos colombianos que han sido despojados de sus tierras. (Lea: La verdad de la Restitución de Tierras, el debate de María Fernanda Cabal)
“La compra de predios, en la mayoría de los casos, se dio por invasiones de tierras y por violencia. No por el deseo de vender. Frente a esto, el Estado termina imponiendo una verdad ficticia, abstracta, que oculta la verdad”, señaló la parlamentaria.
De igual forma, María Fernanda Cabal les hizo un llamado a los jueces que llevan a cabo los procesos territoriales, para que no se continúe atropellando a los productores del campo y no se les vulneren sus derechos. (Lea: La Unidad de Víctimas sigue dilatando los procesos que recibe)
“Señores jueces, ustedes, con resoluciones, pueden ajustar para que no se siga atropellando a la gente de las tierras. Los procedimientos judiciales no cumplen con las normas establecidas internacionalmente”, argumentó Cabal.
La representante a la Cámara por el Centro Democrático expuso unas cifras por medio de las cuales evidenció de qué forma las tierras rurales en el país han dejado de ser entregadas por cesión o expropiación, a ser vendidas. (Lea: El drama de ser una víctima en Colombia)