La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria causada principalmente por infecciones bacterianas. Los principales agentes causantes incluyen bacterias como staphylococcus aureus, escheriachia coli y streptococcus uberis, los cuales pueden ingresar al canal del pezón a través de heridas o daños causados por el mal uso del equipo de ordeño.

El equipo de ordeño es un factor determinante en la incidencia y prevalencia de la mastitis, ya que puede influir en la salud de la ubre mediante la transmisión de patógenos y el daño físico al tejido mamario. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca cómo son los equipos de ordeño y los cuidados que deben tenerse)

El equipo de ordeño consta de varios componentes clave, como la unidad de ordeño (pezoneras, mangueras y colector), la bomba de vacío y el ecosistema de pulsación. Cada uno de estos elementos puede influir de manera directa o indirecta en la salud de la ubre.

Marcelo Gutiérrez, médico veterinario zootecnista, explica en una charla para TVGAN que “cuando estoy en una conversación sobre el tema, siempre trato que la persona entienda el funcionamiento básico del equipo de ordeño, que en realidad es muy simple porque lo único que hay es una bomba que produce vacío que es movida por un motor”.

Las pezoneras entran en contacto directo con el pezón del animal. Su material, diseño y estado de mantenimiento son fundamentales para evitar la irritación y el daño físico del tejido mamario.

La bomba de vacío es responsable de extraer la leche de la ubre mediante la creación de presión negativa. Niveles de vacío incorrectos, ya sea muy altos o bajos, pueden causar daño al tejido mamario, aumentando la susceptibilidad a infecciones.

El sistema de pulsación regula el ciclo de comprensión y relajación de las pezoneras sobre el pezón, imitando el proceso natural de succión del ternero. Un sistema de pulsación mal ajustado puede causar un ordeño irregular y doloroso para la vaca, aumentando el riesgo de mastitis.

De acuerdo con Gutiérrez, el buen funcionamiento de un equipo de ordeño depende de un buen mantenimiento y calibración, pues un equipo mal manejo puede causar mastitis.

Las superficies del equipo que entran en contacto con la leche deben limpiarse y desinfectarse rigurosamente para eliminar los residuos de leche y evitar la formación de biopelículas bacterianas, que son difíciles de eliminar y pueden servir como fuentes constantes de infección.

Se recomienda realizar una limpieza diaria después de cada sesión de ordeño, utilizando detergentes específicos para la eliminación de grasas y proteínas lácteas, así como desinfectantes que eliminen los microorganismos patógenos.

Finalmente, el reemplazo periódico de componentes como las pezoneras y mangueras es fundamental, ya que estos materiales pueden degradarse con el tiempo y convertirse en un medio para la proliferación de bacterias. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo se hace el mantenimiento de los equipos de ordeño)