Para tener certeza de la calidad composicional del lácteo, un ganadero debe aprender cómo debe extraer una porción del líquido representativa, evitando contaminarla o hacer una toma equivocada. En primer lugar, cabe aclarar que tanto el propietario del predio como los encargados pueden realizar este procedimiento, sin necesidad de llamar a un experto a que lo realice, siempre y cuando cumpla con algunas consideraciones fundamentales. Para esto, CONtexto ganadero consultó a Giovanni Pinilla, médico veterinario y miembro de la Asociación de Ganaderos de Ubaté, quien explicó que lo más importante es que la muestra sea homogénea. (Lea: ¿Qué tan importante es la prueba MUN?) “La muestra debe ser una toma representativa del producto final del ordeño para medir, bien sea calidad fisicoquímica o higiénico-sanitaria. Se puede tomar tanto del tanque como de la cantina”, afirmó el experto. Cuando se extrae del tanque, se debe mantener la hélice encendida para tomar la muestra. Si se hace de una cantina, se debe tener un cucharón especial o un batidor para mezclar la leche. (Lea: Aprenda en qué consiste el Síndrome de Leche Anormal) Esto se debe a que la grasa del lácteo tiende a reposar en la superficie, mientras que la parte inferior es más líquida. Si se toma de uno de los lados sin antes haber hecho el proceso de homogenización, puede haber errores en los resultados del análisis. Pinilla aclaró que no se necesita comprar un kit costoso para tomar la porción del líquido. Aunque existen unas bolsas estériles tipo Nasco que tienen un sellado hermético, los productores pueden recurrir a los recipientes para muestras que venden en las droguerías y que vienen asépticos. También se pueden usar frascos de vidrio. La conservación de la leche depende del tipo de estudio que se quiera hacer a la muestra. Si se trata de observar los niveles de sólidos totales, no se requiere de refrigeración inmediata ni tampoco utensilios con una limpieza extrema. (Lea: 3 laboratorios buscan acreditarse para medir calidad de la leche) En cambio, si se pretende obtener un análisis de las Unidades Formadoras de Colonia, UFC, o del conteo de células somáticas, el ganadero está obligado a guardar la muestra en una nevera o un tubo congelante tan pronto extrae la muestra. “Si no se puede inmediatamente, debemos conservarla refrigerada en una temperatura entre 4 y 6ºC para detener el crecimiento poblacional de las bacterias lo que más se pueda. Se pueden guardar en neveras refrigerantes o con hielo durante un plazo máximo de 24 horas”, precisó. El mismo propietario puede llevar la muestra a un laboratorio cercano o mandarla por correo certificado en tubos refrigerantes, no sin antes verificar que el envío llegará en el tiempo al que hizo referencia Pinilla. (Lea: Universidad de Antioquia puede procesar hasta 120 mil muestras de leche) Finalmente, el médico veterinario hizo énfasis en que el ganadero debería hacer un seguimiento continuo de la calidad de la leche, no con el afán de rebatir los resultados de la industria si la planilla de pago registra que el nivel de grasa o proteína bajó, sino por su propio interés en la calidad y con la idea de corregir fallas en alimentación u otros factores. “Los ganaderos no usan ese medio o ayuda diagnóstica. Siempre la usan cuando se presentan disminuciones en los precios. Obviamente esto puede ser indicador para verificar si los resultados que entrega la industria son reales, pero en mi caso personal hago ese seguimiento para mejorar la calidad de mi leche”, declaró.