La Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Wagyú, Asowagyu, quiere que los colombianos consuman carne con alto grado de aspecto marmóreo, al cruzar ejemplares de la raza con cebuinos y animales criollos. Javier Betancourt, promotor de la raza Wagyú y miembro del Departamento Técnico de la Asociación, resaltó el trabajo que se ha hecho para difundir la apetecida raza en Colombia. (Lea: Asowagyu da sus primeros pasos en zonas de conflicto) “Hoy en día hay 80 productores trabajando con 300 animales certificados. Tenemos 1.270 afiliados en proceso de producción que pertenecen a una asociación de exempleados de cultivos ilícitos, que tienen 3, 4 o 5 vacas”, indicó. Este trabajo está acompañado del Ministerio de Agricultura y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en Putumayo y Caquetá. La idea es crear una nueva generación de crías Wagyú en estas regiones. Pero la Asociación no solo le apuesta a la creación de animales puros sino también quiere aprovechar el material genético para hacer cruces con razas cebuinas y criollas, como el Blanco Orejinegro, Romosinuano y Sanmartinero. (Reportaje: Conozca la nueva raza Brihmenpol, ejemplar 100 % colombiano) Para ello, se ha planteado una serie de expectativas a corto plazo, como mejorar la calidad de carne con linajes criollos, ofreciéndole a colombianos cortes de altísima calidad con precios locales. “Queremos lograr en el país el crecimiento del volumen de crecimiento de animales Wagyú en cualquiera de los linajes de sangre y fortalecer el proceso de la finca a la mesa”, precisó el experto. Asimismo, pretenden suplir la demanda con carne de calidad, brindando no solo un producto exquisito sino también mejorando la salud en las personas, por los aportes de Omega 3, 6 y ácido linoleico conjugado. (Crónica: Brahgyu: carne de calidad y marmoleo “made in Antioquia”) “Comer carne Wagyú es como comer salmón”, añadió Betancourt, mostrando un estudio que evidencia que si bien los aportes de proteína del animal marino y del vacuno son similares, este último aporta muchísimo más Omega 3, 6 y ácido linoleico. Para esto, Asowagyú ha tratado de mejorar la genética en el país. Aunque Japón, el país de donde es originaria la raza, restringió la exportación de ejemplares puros, en los años 70 y 90 se enviaron ejemplares a Estados Unidos y de allí se han repartido a otros países. A Colombia, la raza llegó por material genético traído de Uruguay, que a su vez lo recibió de Australia y EE.UU., y en agosto de este año llegaron 9 ejemplares del país del norte, por un valor cada uno de alrededor de $75 millones. “Tenemos un toro de 2 años, nieto F2 nacido en Colombia del único toro de la historia del Wagyú en el mundo vendido en Japón y recomprado en Estados Unidos por un japonés que lo rescató para su uso, pagando por él la suma de USD150 mil en 1996”, añadió Betancourt. Aunque los precios de material genético o de ejemplares vivos pueden ser muy altos, gracias al trabajo de la Asociación se pueden conseguir pajillas que oscilan entre los $35 y $60 mil. Así se pueden aprovechar las enormes cualidades de la raza japonesa, en cuanto a marmoleo y rendimiento en canal, que oscila entre 58 y 64 %. Además de los cruces mencionados, el médico veterinario Eduardo Angarita, creador de la raza trihíbrida Brihmenpol, cruzó a uno de sus ejemplares con Wagyú para estudiarlo y hacer recomendaciones a otras ganaderías. (Lea: Wagyu, una raza que sigue ganando adeptos en Colombia) Hoy en día, un kilo de carne de la raza Wagyú puede costar $100 mil, si es punta de anca, y hasta $200 mil, si es lomo, en diferentes cadenas como Éxito y Jumbo. Pero la asociación es consciente de este precio y por eso quiere que los colombianos puedan comer una mejor carne a un menor costo. “Queremos que los consumidores tengan una oportunidad de escoger entre carnes de óptima calidad producidas en el país en lugar de las importadas, a un costo razonable”, detalló Betancourt.