Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Santa Fe, Argentina investigaron las ventajas de integrar la cría intensiva de ovinos en los establecimientos productivos y destacan que los ovinos no solo son una fuente importante de carne y lana, sino que también juegan un papel crucial en la remediación de los suelos agrícolas.
Belén Morlacco, profesional del INTA de los Arroyos en Santa Fe, subraya que tanto la ganadería ovina como la bovina actúan como remediadores de los sistemas agrícolas. Pero, ¿qué significa “remediar”? En términos simples, remediar implica sanar y recuperar los suelos, haciendo que los sistemas agrícolas sean sostenibles a largo plazo. Este proceso se basa en la rotación agrícola con pasturas perennes y la presencia de animales que contribuyen al sistema al pastar, defecar y aportar materia orgánica, promoviendo un ciclo de nutrientes que mejora la calidad del suelo.
Para mejorar la sostenibilidad y la productividad de la producción ovina en esta y otras regiones, es crucial adecuar el circuito de faena. Morlacco subraya la necesidad de establecer puntos de faena específicos para la producción ovina, lo que facilitaría el proceso de regeneración del suelo.
Diferencias entre cría extensiva e intensiva ¿Cuál es mejor?
El resultado de la investigación se basó en la cría intensiva, la cual se distingue de la extensiva en varios aspectos fundamentales. La principal diferencia radica en la productividad y la calidad del producto. La cría intensiva se enfoca en maximizar la producción con animales pesados, como borregos o borregas de 50 kilos, en un plazo no mayor a 150 días. Estos animales son conocidos por su excelente calidad carnicera, adecuada tanto para el consumo local como para la exportación.
Además, la cría intensiva ofrece beneficios en términos de extensión y duración del sistema productivo, rentabilidad y recuperación del capital invertido. En contraste, la cría extensiva, que se lleva a cabo en vastas áreas de terreno con menor densidad de animales, tiende a ser menos intensiva en el uso de recursos y tecnología, pero puede ser más adecuada en regiones con grandes extensiones de pastizales naturales.
Ganadería ovina en Argentina
Actualmente, la mayor parte del stock ovino de Argentina se encuentra en la Patagonia, con un 56% de los animales concentrados en esta región. Esta área cuenta con un total de aproximadamente 7.680.000 ovinos, destacándose por su significativa contribución al sector. Sin embargo, la región central del país ha mostrado un incremento notable del 16% en la cantidad de cabezas de ovino. En particular, Santa Fe se ha destacado con la producción de 12.670 toneladas de reses con hueso de carne ovina, de las cuales el 30% se destina a la exportación.
Este crecimiento presenta una oportunidad significativa para la región y la provincia; su tendencia al alza es prometedora y refleja el potencial de diversificación productiva. Morlacco señala que la producción ovina en la provincia está integrada de manera secundaria en los establecimientos agropecuarios, lo que resulta en una baja carga e intensidad. Sin embargo, la especialista ve una oportunidad en el negocio de la producción de carne ovina, destacando la disponibilidad de un paquete tecnológico que puede maximizar el potencial de este sector.