La situación actual, por difícil que parezca, no es irreversible. Así, ante los problemas que ha generado el modelo de agricultura y ganadería industrializada desde principios de siglo, se han desarrollado sistemas alternativos de producción de alimentos.
La agricultura y ganadería ecológicas definen un sistema agrario y ganadero cuyo objetivo fundamental es la obtención de alimentos de máxima calidad, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra, mediante la utilización óptima de los recursos naturales, excluyendo el empleo de productos químicos de síntesis y procurando un desarrollo agrario y ganadero sostenible.
La Agricultura Ecológica enfoca la producción agraria en el respeto al entorno y a producir alimentos sanos, de la máxima calidad y en cantidad suficiente y sin perjuicios ambientales. Utiliza como modelo a la misma naturaleza, extrayendo de ella toda la información posible, aunada con los actuales conocimientos técnicos y científicos.
Principios de la agricultura ecológica
Respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los ecosistemas. Favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico a través de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos, ganadería extensiva, etc.
Potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario. Recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo al suelo como compost o abonos orgánicos, siguiendo la premisa de que "lo que sale de la tierra debe volver a ella".
Utiliza de forma óptima los recursos naturales. Así, favorece el flujo de energía en el que las plantas verdes captan la energía del sol, moviendo todo el ecosistema. ?No incorporan a los alimentos sustancias o residuos que resulten perjudiciales para la salud o merman su capacidad alimenticia. No es imprescindible, como parece, la incorporación de sustancias de síntesis en el cultivo o producción de alimentos ni en su conservación posterior, que resulten ajenos al organismo.
En cuanto a la ganadería ecológica Aporta a los animales unas condiciones de vida adecuadas. No los manipula artificialmente o de manera intensiva para conseguir una mayor producción. Además, potencia las variedades autóctonas, mejor adaptadas a las condiciones de la zona.
La Agricultura Ecológica es imprescindible en el desarrollo sostenible, al conservar los recursos naturales y la diversidad genética para las generaciones futuras. ?Con su utilización podemos evitar importantes costes energéticos derivados de la elaboración de abonos y de productos fitosanitarios, evitar los efectos perniciosos que plantean algunos problemas agronómicos como la sensibilización de algunas plantas a plagas o enfermedades ocasionadas por los abonos químicos, o la resistencia de algunas plagas a los plaguicidas aplicados, a la vez que potenciamos la capacidad de producir de los recursos naturales como la fertilidad del suelo. La Agricultura Ecológica no destruye especies ni sistemas, sino que mantiene un equilibrio entre ellos.
De esta forma se garantiza que hoy obtengamos alimentos y en el futuro podamos seguir produciéndolos en igual o mayor cantidad.