El crecimiento de su uso es exponencial en las ciudades, mientras que en el sector rural se ha posicionado como una gran herramienta de trabajo. Su bajo consumo de combustible, versatilidad y facilidad de manejo la convirtieron en elemento indispensable en las fincas.   Uno de los principales inconvenientes que tiene Colombia está en materia de infraestructura en el sector rural. A pesar de los esfuerzos que viene haciendo el Gobierno a través de las Autopistas de Cuarta Generación (4G) y otras dobles calzadas a nivel nacional, en el campo las vías cada vez están más deterioradas y, en casi todos los casos, en un total abandono. (Lea: CCT ofrece sistema de transporte de animales seguro y confiable)   Los denominados caminos veredales solo pueden usarse en temporadas de verano porque durante el invierno parecen verdaderas pistas para practicar deportes a motor, dificultando la salida y entrada de alimentos, insumos, pasajeros y cualquier vehículo que no tenga la fuerza para movilizarse por esos accesos llenos de fango y agua.   Mientras en las ciudades están desesperados por su masiva presencia, en el campo las motos se han vuelto una solución a los problemas de movilidad que generan las lluvias, la falta de vías o alguna urgencia al interior de las fincas.   Ese vehículo de 2 ruedas dejó de ser visto como un lujo para convertirse casi que en una necesidad. Sus usos son muy variados y múltiples sus beneficios.  

Ciclo de vacunación   Una de las actividades más importantes que se ejecutan en el mundo ganadero es el Ciclo de Vacunación, momento en el que todos los bovinos del país reciben su dosis contra la fiebre aftosa y así se asegura que Colombia continúe con el estatus de nación libre de la enfermedad con la aplicación del biológico.   Sin embargo, llevar a cabo esa ardua tarea no es un asunto fácil pues son muchos los predios que se deben visitar y miles de animales por vacunar, por eso la moto es una de las mejores alternativas para transportar a los vacunadores, quienes gracias a ella llegan sin contratiempos a las fincas para ejecutar su labor.

Alternativa de transporte   Elías Anaya, uno de los tantos ganaderos con los que cuenta el país calificó a su moto como ‘bendición’, pues es el medio de transporte que más se usa en la ruralidad, facilitando llegar a los predios alejados trabajadores, carpinteros, técnicos o cualquier tipo de empleado que se requiera en el predio. (Crónica: Carros lecheros, entre la tradición y la informalidad)   Agregó que en su explotación ese tipo de vehículo no puede faltar y lo equiparó con una guadaña o motosierra en cuanto a su utilidad. “Es un medio eficiente y rápido. Cuando en la finca falta algo, el trabajador sale en la moto y solucionamos el impase. Es una oportunidad de movilidad que antes no tenía la ruralidad”, apuntó.   Modo de trabajo   La informalidad laboral en el país no es un secreto, por lo que la moto también se ha vuelto una herramieta de trabajo que tiene muchos adeptos. El popular ‘mototaxismo’ no es ajeno a la realidad del campo colombiano y es un sistema que ha sido muy bien recibido en el sector. Así lo afirmó Diego Orozco, presidente del Comité de Ganaderos del Putumayo, quien afirmó que en varias poblaciones del departamento ese modo de transporte abunda.   “Si el trabajador tiene que hacer una vuelta en el casco urbano de un pueblo, llama al señor de la moto para que lo recoja y paga entre $1.500 o $2.000 por el recorrido. Es una muy buena herramienta y sistema de trabajo, aunque no está reglamentado, es muy útil”, reconoció el dirigente.   Leche e insumos   Ir a recoger la leche a un predio en temporada de invierno puede convertirse en una odisea. Los camiones acopiadores tienen más dificultades para ingresar a los predios por lo que muchas veces el proceso se retrasa o el productor debe buscar la forma de llevar el líquido a una vía principal para que su producción no se quede estancada en la finca. (Lea: El mototaxismo urbano contra la locomotora del campo)   Frente a esa dificultad que genera el estado de la malla vial terciaria y algunas veces incluso las secundarias, William Molano un ganadero ubicado en una región productora de leche reveló que a una moto le adaptaron un sistema artesanal con unas maderas que le permite transportar hasta 10 galones.   “Esa es una gran opción porque muchos productores optan por adaptar el tráiler a la moto y esa es una alternativa peligrosa o que solo sirve en vías pavimentadas pues requiere mucha estabilidad, mientras que nuestra idea es elemental y evita que el líquido se quede en la finca”, amplió.   Mientras que William Lizcano, un ganadero santandereano, apeló a ese adagio popular que dice: ‘el colombiano no se vara’, pues él usa la moto como un impulsor para que a través de un sistema de guayas se transporten insumos o productos en una canasta entre una montaña y otra en donde hay una quebrada que no permite ir a pie.   “Me basé en el sistema que usan las tarabitas, solo que el motor es una moto que está anclada al suelo y en el eje trasero se le adaptaron 2 catalinas (piñon grande) para que por medio de cadena, gire un tambor donde está envuelta la guaya que tiene una canasta en la que se transportan los bultos de una loma a la otra”, explicó. (Lea: Ni el clima ni las vías son obstáculo para los vacunadores en Guaviare)   Sentido de pertenencia   Alejandro Giraldo Villegas, productor ubicado en Caldas, recalcó que la moto que se adquirió en la finca y le entregó al mayordomo como dotación debe ser vista como una inversión para el trabajador.   “Uno como jefe la compra, pero la idea es que el empleado sienta suya la moto, por lo que es importante plantearle al trabajador la opción de financiación para que él con su trabajo vaya pagando el vehículo y así la cuiden y no la vean como un elemento más de la finca. Eso genera sentido de pertenencia y motiva al mayordomo o administrador”, remató.  (Crónica: Selva, fango y trochas matizan el ciclo de vacunación en Amazonas)