Se dice que el aceite de oliva es bueno, pero no muchos comprenden los beneficios de este producto que Colombia está en la obligación de importar, ya que no lo produce.

De acuerdo con Mario Soto, director ejecutivo de la Asociación de Industriales de Aceites y Grasas Vegetales Comestibles, Asograsas, en Colombia no se produce el aceite de oliva, que proviene de las aceitunas, y que por ende se debe importar dede España, Italia, Chile, Argentina, Perú y Estados Unidos.

Y aunque usted no lo sepa, el consumo de esta grasa no saturada puede contribuir a la salud humana, teniendo en cuenta las propiedades organolépticas y su contenido en ácidos grasos libres.

De acuerdo con Ignacio Valdés, gerente de cooperativa La Olivilla, el aceite de oliva contiene polifenoles, los cuales son usados para controlar enfermedades como la ateroesclerosis. (Lea: Dieta mediterránea reduce un 30 % riesgo de padecer cáncer de mama)

“Desde hacía años se decía que el aceite de oliva era saludable, pero los ciudadanos ‘de a pie’ no sabíamos por qué y dónde se encontraban los componentes que lo hacía saludable. Poco a poco, fueron dándose a conocer y saliendo a luz investigaciones que nos decían que efectivamente era así y que su consumo era necesario, pues aporta al organismo un conjunto de elementos fundamentales para la salud”, explicó Valdés.

Según Edna Liliana Peralta, directora del Programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, los beneficios que este producto generan son: la reducción de los niveles de colesterol LDL (malo), aporta vitaminas, protege el corazón, previene el cáncer de mama, cuida el estómago, entre otros.

“El consumir un aporte adicional diario, de entre una y dos cucharadas de aceite de oliva, evita la pérdida de densidad ósea y previene la osteoporosis. Los componentes antioxidantes del aceite de oliva frenan la formación de la placa de ateroma en los vasos sanguíneos, lo que deviene en la aterosclerosis, u obstrucción de las arterias”, agregó Peralta. (Lea: 5 alimentos con los que se podría sobrevivir en una isla desierta)

Según la nutricionista de la Universidad de La Salle, el consumo del aceite de oliva mejora las funciones metabólicas y en el sistema óseo estimula el crecimiento y favorece la absorción del calcio y la mineralización de los huesos.

“También tiene un efecto protector y tónico de la epidermis, por lo que se recomienda para todos aquellos que se preocupan especialmente de su piel. Además de su uso culinario, el aceite de oliva se ha empleado en cosmética, medicina, perfumes, iluminación, entre otros”, dijo Peralta.

Finalmente, de acuerdo con la American Diabetes Association (Asociación Americana de Diabetes) las personas deben atreverse a incluir en sus comidas más alimentos de la tradicional dieta mediterránea. Estudios publicados por el ente especializado demuestran que el consumo de aceite de oliva regula la producción de insulina pancreática, controla los niveles de glucosa y retrasa el tratamiento con medicamentos en pacientes recién diagnosticados con diabetes.