La iniciativa la lidera el CIAT, que trabajará de la mano con la Corporación Colombiana Agropecuaria, Corpoica. El objetivo es garantizar una respuesta eficiente a los problemas que por escasez de alimentos se puedan presentar en el futuro.   Como una solución al reto de hacer la agricultura sostenible y adaptable al cambio climático, el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, construirá un nuevo banco de recursos genéticos, para alimentar a una creciente población mundial, la cual se estima que sea de 9.000 millones en 2050. Este espacio servirá para conservar la agrobiodiversidad, la cual es el fundamento de la seguridad alimentaria a nivel mundial.   En diálogo con CONtexto ganadero, Rubén Echeverría, director general del CIAT en Colombia, dijo que luego de 4 décadas de funcionamiento de la entidad, se pensó en que además de conservar y utilizar la biodiversidad, es necesario ampliar el conocimiento a nivel general sobre la importancia de las ciencias agropecuarias para la seguridad alimentaria mundial. (Lea: Ganadería Colombiana Sostenible es un referente regional)   “Es por ello que emprendimos una nueva iniciativa: construir el Centro Para la Agrobiodiversidad en el campus de CIAT en Palmira, Valle del Cauca. El proyecto tomará unos 3 años contando con el tiempo para conseguir los recursos de donaciones nacionales e internacionales, por lo que esperamos tener el Centro inaugurado para la celebración de los 50 años del CIAT en 2017”, afirmó Echeverría.   El vocero de la entidad aclaró que la construcción del nuevo centro será posible gracias a una alianza con la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, y otros socios nacionales e internacionales. El objetivo de este espacio es poner a disposición aspectos como investigación, capacitación e información pública sobre la importancia de la biodiversidad para la alimentación de la humanidad.   “El Centro continuará con todas las actividades actuales de conservación de recursos genéticos en un espacio totalmente renovado y además incluirá importantes capítulos de investigación, entrenamiento y socialización del conocimiento, como visitas guiadas al público en general. Conservar las especies de forrajes tropicales de la colección mundial para siempre en el banco es una tarea técnicamente compleja, nos gustaría ampliar la capacitación en esa tarea a muchos jóvenes científicos colombianos y del resto del mundo”, agregó el director del CIAT. (Lea: Con huella hídrica comienza primera fase del proyecto MIPB)   De acuerdo con el vocero, el costo previsto de la construcción del nuevo banco será de USD$25 millones y se espera que los recursos provengan de fuentes públicas y privadas, como filántropos, fundaciones para el desarrollo, compañías de agronegocios, entre otros. “Invitamos a los gremios y otras organizaciones que continuarán beneficiándose de la iniciativa a participar”, reseñó.   Echeverría dijo que los futuros aumentos de producción agropecuaria no solo provendrán de la posible expansión de área de cultivos o ganadera, sino que deberá ser eco-eficiente, en especial en el aumento de la productividad y para ello la investigación agropecuaria pública y privada será la clave.   “Colombia tiene una enorme oportunidad de mejorar la producción ganadera mediante la mejora de forrajes tropicales, manejo del hato, y otras buenas prácticas. Es más, podría mantener la producción actual, o incluso aumentarla, reduciendo el área ganadera significativamente. Para ello, es necesario un gran esfuerzo privado, de los productores, gremios, empresas y actores del sector público, tanto de investigación como de asistencia técnica, crédito, infraestructura, entre otros”, enfatizó el vocero del CIAT en Colombia.   Las nuevas instalaciones, amigables con el medio ambiente, contarán con laboratorios, invernaderos, áreas procesamiento, herbarios y exhibiciones educativas e interactivas, para conservar y usar la agrobiodiversidad, y sensibilizar al público sobre el impacto de la misma. (Lea: 25 ganaderías del Altiplano Cundiboyacense serán modelos)   “Recibimos cientos de pedidos anualmente de todo el mundo y con gusto enviamos copias de los materiales disponibles. La función del banco es conservar dichos recursos abiertos a todo aquel que los solicite, por ejemplo, para investigar de su posible adaptación en diversas zonas agroecológicas”, puntualizó Rubén Echeverría.