En varios municipios del departamento de Risaralda se han detectado casos de manejo inadecuado de las bolsas plásticas que se emplean para cubrir los racimos de plátano en los cultivos.
En los cultivos de plátano se usan bolsas plásticas, que a su vez están impregnadas de plaguicidas para evitar las afectaciones en el producto. Sin embargo, en varios municipios del departamento de Risaralda se han detectado casos del manejo inadecuado de estos métodos de seguridad.
El hecho se conoció a través de denuncias formuladas por la comunidad y funcionarios que integran comités municipales de plaguicidas, quienes confirmaron casos en los que se queman o no se recogen las bolsas plásticas. (Lea: Una mejor poscosecha de plátano y banano con uso de plásticos de colores)
De acuerdo con la Corporación Autónoma Regional de Caldas, Corpocaldas, la disposición inadecuada de estas bolsas plásticas genera riesgos para el medio ambiente y la salud humana, ya que muchas están impregnadas con plaguicidas para proteger el plátano de plagas y enfermedades.
Por eso, una vez se usaron las bolsas en la cosecha de plátano y banano, estas proceden a convertirse en residuos peligrosos, ya que pueden terminar en rellenos sanitarios, ser incineradas o enterradas, lo que ocasiona riesgo ambiental debido a que las bolsas no son biodegradables y están impregnadas con insecticidas.
Algunas de estas bolsas también terminan abandonadas a cielo abierto sin ningún manejo, lo que puede contaminar fuentes naturales de aguas, canales de riego o afectar las propiedades químicas, físicas y biológicas de los suelos.
Por esta razón, Corpocaldas ha reglamentado el uso de la bolsa plástica en el cultivo de banano y plátano. Y es que se estima que en departamentos como los del eje cafetero se generan al año cerca de 357 toneladas de residuos de bolsas plásticas empleadas en estos cultivos. (Lea: Descubren gen que ataca la sigatoka, enfermedad presente en bananos de Colombia)
De acuerdo con el director de Salud Pública de Risaralda, Cristián Herrera Giraldo, “la Resolución 693 de 2007 del Ministerio del Medio Ambiente, establece que las empresas que importan, fabrican o comercializan plaguicidas de uso agrícola deben contar con planes de gestión para el manejo posconsumo de estos productos. En otras palabras, las empresas son las responsables de la recolección y manejo adecuado de las bolsas plásticas que venden y que luego de su uso son desechadas”.
La norma establece que en estos planes de gestión para el manejo posconsumo, también están involucrados los usuarios finales de las bolsas. Es decir, que los agricultores deben participar en el acopio de las bolsas de plástico.
El funcionario también citó el Decreto 4741 de 2005 el cual establece que “es obligación del usuario final entregar los residuos o desechos peligrosos posconsumo provenientes de productos o sustancias químicas con propiedad peligrosa, al mecanismo de devolución o retorno que el fabricante o importador establezca”.
De igual manera este decreto señala las obligaciones que tienen las autoridades ambientales y los municipios frente a la gestión integral de los residuos o desechos peligrosos.
CONtexto ganadero también buscó la opinión de la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura, y frente al tema aseguraron que con el fin de evitar daños en el medio ambiente y en la salud pública se viene realizando una disposición adecuada de los residuos sólidos a base polipropileno y polietileno. (Lea: Sistema virtual enseña a usar con responsabilidad plaguicidas en 18 países)
“Dese hace 8 años, Gesta, una empresa liderada por mujeres cabeza de familia es la encargada de hacer la recolección de estas bolsas en las fincas y llevarlas a un centro de acopio, donde se hace una transformación de la materia prima para hacer madera plásticas, cepillos, puentes, entre otros. El polietileno se deja almacenado porque el Ministerio del Medio Ambiente todavía no ha dado un visto bueno hacia qué actividades podemos orientar ese producto”, puntualizó el gremio.