De acuerdo a la Asociación de Criadores de Ganado Ovino de Colombia, Asoovinos, en el país el consumo de estas razas cada vez está más al alza.
El crecimiento de la cría de ovinos y caprinos en el país, es cada vez mayor. Así lo asegura Camilo Barrios, zootecnista con especialización en ovinocultura y director del comité técnico de la Asociación de Criadores de Ganado Ovino de Colombia, Asoovinos, afirma que desde hace 7 años la aceptación de las razas en el mercado ha ido en aumento, pues a la fecha ya cuentan con más de 60 productores asociados.
El ovino de pelo colombiano (OPC), Katahdin, Pelibuey, Dorset y Romney, son algunas de las razas que más de comercializan en el país. “Colombia se encuentra, actualmente, dentro del rango de países que más ha incrementado en cuanto a consumo de carne de ovinos se refiere”, agrega Barrios. (La ‘oveja africana’, un privilegio para el ecosistema de Santander).
La comercialización de su carne, los productores e industriales ganan, pues el precio pago al criador por kilo oscila entre $3.000 y $5.000. En los supermercados, el kilo puede costarle al consumidor un costo entre los $18.000 y los $24.000.
En Colombia, el consumo cárnico y lácteo de cabra aún es parcial y está segmentado por regiones. Por ejemplo, La Guajira es el departamento que más produce y consume este producto con un 82% de la población caprina censada por la Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, en el año 2012, el cual también destacó que en el país existen más de 1.142.000 fincas de ovinos y 1.088.000 fincas de caprinos. (La Guajira quiere modernizar y fortalecer la producción ovina)