Originaria de los Países Bajos, Fruitleather revoluciona la industria textil al aprovechar los mangos desperdiciados para producir un material similar al cuero. La idea surgió dado el contexto de los Países Bajos, el segundo mayor importador de mangos en el mundo. Sin embargo, este estatus también conlleva la responsabilidad de gestionar una gran cantidad de desechos de esta fruta.
Fruitleather, al darse cuenta del potencial inmenso de estos residuos a nivel mundial, se propuso convertirlos en algo más valioso.
El proceso de los mangos
La empresa recoge alrededor de 1.500 mangos cada semana de un importador holandés. Estos mangos, que no cumplen con los estándares de calidad para la venta, se convierten en materia prima para Fruitleather de forma gratuita, lo que beneficia tanto a la empresa como al importador al reducir los costos de eliminación de residuos.
Pero, ¿cómo se transforma esta fruta en un material similar al cuero? El proceso es meticuloso y requiere una combinación de tecnología y artesanía. En primer lugar, los mangos se deshuesan y trituran para convertirlos en pulpa. Esta pulpa se mezcla con aditivos específicos que transforman su consistencia, otorgándole las características deseables del cuero. La mezcla se vierte en bandejas y se hornea hasta obtener un espesor uniforme y una textura lisa.
A continuación, las bandejas se colocan en un deshidratador durante toda la noche, donde adquieren su color final. El tipo de mango utilizado influye en el color resultante: un mango Palmer produce un material marrón, mientras que un mango Keitt produce un material más negro.
Una vez deshidratadas, las planchas se recubren con un esmalte protector mediante un proceso que implica medir el grosor de cada plancha y mezclar resinas para crear el revestimiento adecuado. Este revestimiento no solo proporciona protección al material, sino que también mejora su durabilidad y calidad.
Las planchas recubiertas se hornean nuevamente a 100 grados Celsius y se cuelgan para secarse por completo. Este proceso se repite varias veces para garantizar la durabilidad y calidad del material.
Finalmente, una máquina aplica calor y presión para combinar las capas de revestimiento, y luego se procede al diseño. Fruitleather colabora con diseñadores de todo el mundo para crear productos como calzado, bolsos y otros accesorios de moda, ofreciendo así una alternativa sostenible y elegante al cuero tradicional.