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Werner Härtl, un hombre de 45 años, compartió en la entrevista "Ripley's Believe It Or Not!" su fascinación por utilizar excremento de vacas como medio artístico. Como dueño de una granja, Härtl se enfrentaba al desafío diario de lidiar con las heces de sus vacas. Frustrado por la dificultad de limpiar los excrementos de manera eficiente, decidió explorar la posibilidad de convertirlos en algo más que desechos.
El proceso creativo
Härtl explicó que recolecta los excrementos de las vacas mientras defecan para obtener su "pintura". Según él, dos defecaciones son suficientes para proporcionarle material durante seis meses. Para trabajar con los desechos, diluye el estiércol en agua para obtener diferentes tonos y texturas. Comienza con pinceladas secas y suaves, y luego utiliza una mezcla diluida para los tonos claros. Finalmente, utiliza estiércol sin diluir para los tonos oscuros. El artista también mencionó que trabaja por capas, ya que las heces tienen diferentes tiempos de secado según su consistencia.
Desafíos y controversias
A pesar de la pasión y el entusiasmo de Härtl por su peculiar forma de arte, hay ciertos desafíos y controversias asociados con el uso de excremento en la creación artística. Uno de los inconvenientes mencionados por el artista es la presencia de material orgánico, como palos, pajas e insectos, dentro de los excrementos de las vacas. Esto dificulta el proceso de manipulación y requiere una cuidadosa selección y preparación del material. Además, los expertos en la materia han advertido sobre los peligros potenciales de manipular excremento animal, ya que puede contener bacterias dañinas, como la E. coli, parásitos y diversos patógenos.
Opiniones divididas
La obra de arte de Werner Härtl ha generado opiniones divididas entre el público y la comunidad artística. Algunos ven su enfoque como una forma innovadora de reciclar y aprovechar un recurso que de otra manera sería desechado. Argumentan que el uso del excremento puede ser una metáfora poderosa para la transformación y la fertilidad en la naturaleza.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las preocupaciones de los expertos en salud y seguridad. Manipular excremento animal, especialmente el de vaca, conlleva riesgos significativos para la salud. La presencia de bacterias, parásitos y patógenos en el estiércol puede representar una amenaza para quienes entran en contacto con él. Es por eso que se desaconseja enérgicamente manipular estos desechos sin las precauciones adecuadas.